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DE LAS PAREJAS Y SUS RELACIONES EN PRISIÓN (238)

Submitted by jorge on Mon, 21/06/2010 - 08:15

Esto no amedrenta a la colombiana, muy al contrario. El comprobar que la dirección del centro carece del olfato perspicaz necesario para estos menesteres, la embravucona y acrecenta sus deseos de estrujar al máximo el negocio. Prevé poco tiempo de bonanza. Después, o revienta la organización por los aires por cualquier filtración ratera o ella será conducida a otro centro a cumplir su condena.

Da la orden de incrementar los pedidos y aumentar las dosis. No se trata de una orden alocada, no. Dos compis del módulo llegaron hace un par de días de permiso, portando en sus adentros unas cantidades considerables de merca. En especial una de ellas, Pepa, una gaditana de medidas extraordinarias y capacidad vaginal equivalente al embolo de una motocicleta de gran cilindrada. Para poder extraer el encargo, tuvieron que tumbar a la mole en el pequeño gimnasio del patio, sobre una colchoneta, y abrir en V sus dos tremendos perniles. Mientras dos compis del grupo de la economatera atendían este parto clandestino, otras dos machacas custodiaban el patio dispuestas a dar el agua. Cuando por fin dio a luz semejante engendro de plástico relleno de pastis, chocolate y coca, todas se encontraban extenuadas: una, por apretar y expeler como descosida; las otras, por jalar como estibadores de puerto. Entre pelambrera y liquidos viscosos apareció medio kilogramo de todo para alimentar el centro al completo durante unas buenas semanas. Todo esto subvencionado y sufragado por Elisabeth María, y ni la gorda está al tanto del mecenazgo de la colombiana.

Con estas nuevas partidas, los encargos se duplican, los dineros se intercambian en cantidades considerables y los beneficios procuran alegrías desbordantes a este entramado malabarista. Pero el tiempo transcurre como una apisonadora y la colombiana se siente como el asfalto por el que se desliza pesadamente esa masa rodante. 

La noche anterior al juicio y antes del chape, una funcionaria se le acerca.

-Cardozo, mañana conducción a juicio. Arréglate y estate preparada a las 8.

La colombiana asiente sin más. 

Mapa penitenciario

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