Miércoles, 23 de noviembre

Hoy me he levantado de puta pena. Tengo algo de fiebre, me duele el cuerpo y no me entra un alfiler en la tripa; la tengo estragada. Pero por cojones tengo que bajar al patio, hacer mi destino y patiear, ya que a la cabrona de la doctora no le ha dado la gana darme la baja. 

Vuelvo a bajar arrastrándome, con peor cuerpo que ayer, pero he de repartir el desayuno, y lo más importante, llamar por teléfono a mi mujer para enterarme del estado de salud de mi hijo: vaya mierda, mi hijo en la UVI y yo aquí, encerrado y con un gripazo de miedo.

Consigo hablar con Pati y me tranquiliza; mi hijo ya se encuentra mejor y mañana pasa a planta. Todos estamos más relajados. No obstante, me preocupa que el golpe en la cabeza pueda dejarle secuelas, alguna lesión que lastre su futuro. Pero los puñeteros médicos no concretan nada, dicen que de los traumatismos en la cabeza nunca se sabe. O sea, que no tienen ni zorra de cómo evolucionará el cerebro. Que apenas hay conocimiento sobre el cerebro y bla, bla, bla. Aunque para tranquilizar a Pati le han asegurado, que el accidente tiene todas las probabilidades de quedar en un susto. ¡La madre que los parió!

Me quedo dormido durante la hora de la siesta; lo necesito. Despierto recordando que el lunes recibí una carta de la Paula y que entre el gripazo, la doctora, mi hijo, mi mujer, el hospital y la madre que los parió, se me había olvidado abrirla. 

La abro. El perfume me embarga, y a pesar de la gripe y del percance del crío, el aroma me pone la polla morcillona; no lo puedo evitar. Leo. Está cabreada aunque trate de disimularlo. Me comenta que me estuvo esperando en el curso y que mi falta de asistencia demuestra mi escaso interés por ella. Que me espera este jueves sin falta, pero como no acuda… se acabó. Joder con la suramericana.

También recuerdo haber oído en el patio, que el PP había ganado las elecciones por mayoría absoluta; a mí me la suda, pero que Dios nos coja confesados. A los putos presos nos lo van a poner crudo, como me han comentado que ocurrió hasta el 2004.