Lunes, 26 de marzo

Esta mañana se ha acercado hasta la biblioteca el destino del polideportivo. Cuando cuentas con un buen destino fuera del módulo y los jinchos te conocen, te puedes mover libremente por gran parte del centro, y eso, es impagable. 

Por eso, los que tenemos un destino de este tipo nos movemos con facilidad de un lugar a otro, nos comunicamos, ayudamos, pasamos información, en fin, somos una élite de la cual se aprovecha el resto de compis para pasar datos, recibir noticias, conseguir productos prohibidos, de esos que en la calle carecen de valor, pero que aquí son de primera necesidad (agujas, pan recién horneado, ingredientes de cocina, papel de calco, hilos, etc.)

Bueno, el destino del polideportivo se ha acercado para hablar con Luis. Le dice, lo escucho mientras clasifico y guardo unos libros devueltos, que el módulo 4 tiene salida a poli mañana martes a las 11 de la mañana. Luis le da las gracias y el menda se pira; después me mira para confirmar si me he coscao del tema. Le hago una señal con la cabeza y todo está dicho, también el agradecimiento por la gestión.

A la hora del piri, y después de que los del office hayan terminado de repartir la comida, me dirijo a la mesa de Jesús; éste le hace una seña a uno de los machacas que comen con él para que me deje el sitio. 

-Jesús, que mañana por la mañana el módulo 4 se acerca al poli. Y por lo que sé, el tal Raimundo se viene con ellos. Mira a ver.

-Tranqui, compi, que esto lo organizo yo. Mañana te tomas tu venganza, y aquí tos contentos. Me debes una –termina engullendo una cucharada de sopa mientras vuelve a bajar la cabeza en dirección al plato y dando por terminada la entrevista.

No me ha gustado el temita de que si debo o no debo; pensaba que lo hacía por amistad, aunque en estas casas todo se maneja por intereses. Nunca sabes cuándo y cómo te pedirán lo adeudado, y en qué condiciones.