EL PATIO ( 6 )

Vomita, durante horas de patio y un sinfín de metros caminando el uno junto al otro, todo lo acumulado durante su periodo de cautiverio. De cómo ha de aguantar a diario, Juan Carlos tiene el destino de office, es decir, que sirve la comida a la peña, el servir comida a ciertos elementos a los que no desea ver ni en pintura, como al cabrón del Emilio, el asesino confeso de esa joven, Anabel Segura, y de cómo éste relata a voz en grito su experiencia.

-El hijo de mala madre se puso a contarnos como había estrangulado a la chiquilla en la camioneta, atada y todo que estaba. Uno saltó y a punto estuvo de sobarle los hocicos, pero ya sabes, ahí mismo está la garita de los funcionarios y se hubiera buscado una ruina.

Habla también del violador de las Pirámides y de sus casi quinientos años de condena y de la que apenas cumplirá unos quince años, con eso de las redenciones, beneficios… y es que es tan buen muchacho, como dice el educador, le suelta irónico Juan Carlos a Sebastián.

-Pero el peor del módulo es el economatero- asevera indicando con el índice hacia el lugar donde expenden el oxígeno del módulo.

Sebastián se sorprende con la última confidencia recibida. No la esperaba, máxime después de haber visto al personaje; quizás porque de alguna manera le había producido algún tipo de empatía.

-Sí, el peor, pero hemos de tratarle, ya que no se puede sobrevivir sin el Economato. Además, cuando está de buenas, no le deben lo fiado y se encuentra pintando o escribiendo, es un tío encantador. Sin embargo, con el delito que carga a sus espaldas, mejor dicho, delitos, es preferible evitarlo.

Siguen caminando y el Juanca deriva la conversación por otros derroteros que apenas interesan a Sebastián; después de lo oído…

El Sebas, con la curiosidad a flor de piel, aunque carente de la confianza necesaria para soltarle un improperio amigable, no tiene más remedio que realizar una observación al respecto:

-Pero, pero, ¿y de qué va el tema del economatero?

-Ah, eso, pues mira, resulta que…

Y comienza a narrarle la historia del personaje, pero la llamada a comida interrumpe el paseo.