Aunque son tal para cual, en esta ocasión el que clama por su independencia es el Poder Judicial. Y ya era hora, ya que en sumarios tan llamativos como el de la Mafia China –Operación Emperador- ha demostrado la carencia de una ética que se le presupone.

Pero en este caso, el de los Mossos d’Escuadra torturadores, la práctica desviada en la concesión de los indultos claman al cielo: los reparten como boletas de la Tómbola.

Después de haber apaleado por “error” a un individuo y por ello, ser condenados por la Audiencia de Barcelona a cinco años y siete meses unos, y a dos años y tres meses los otros, el Tribunal Supremo redujo la condena de tres de los principales acusados, y el Gobierno, mediante su Consejo de Ministros, indultó parcialmente a los otros cuatro.

Pero como ni con esas la Audiencia de Barcelona suspendió la entrada en prisión de los cuatro principales implicados, éstos volvieron a solicitar un indulto al Gobierno que les fue concedió la semana pasada, y así, todos de rositas en la calle.

Pero en esta ocasión ha sido un colectivo de doscientos jueces el que ha puesto el grito en el cielo, entre ellos la vocal del CGPJ y un miembro del Tribunal Supremo, por injerencia del Poder Ejecutivo en el Judicial, y por fraude y abuso de la facultad de indulto.

¡Ya iba siendo hora!

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