Como ya indicamos en el anexo SUGERENCIAS/PRIMERIZOS CONDENADOS/CLASIFICACIÓN, sólo se puede optar a este grado una vez hayas sido juzgado y condenado. Pero eso no es suficiente. Según la Ley Penitenciaria, una vez sea firme la condena de la persona juzgada y concluyan en su caso circunstancias especiales, se le podría aplicar un 3º grado directo.
Aunque como ya comentamos, esto solo ocurre en casos excepcionales (políticos, personas influyentes, condenas mínimas en sumarios trasnochados, enfermedad muy grave, tratamiento de drogodependencia o similar en curso, cumplida ya gran parte de la condena como preventivo), ya que la norma tácita aceptada por las Juntas de Tratamiento de las Prisiones, I.I.P.P. (Instituciones Penitenciarias) y los J.V.P. (Jueces de Vigilancia Penitenciaria) prorrogan la concesión del Tercer Grado, y si todas las circunstancias y opiniones así lo estimen, hasta la mitad de la condena cumplida.
Desde el momento que has cumplido la primera 1/4 parte de la condena, tú o tu abogado podéis comenzar a solicitar el Tercer Grado. Nunca se sabe. Quizás una Junta benevolente o un J.V.P. progresista te lo concedan. En caso contrario, habrás de comenzar el largo camino de los Recursos hasta que alcances la concesión del primer Permiso. En los anexos SUGERENCIAS/PRIMERIZOS CONDENADOS/CLASIFICACIÓN y ASESORÍA LEGAL/PLANTILLAS RECURSOS, te explicamos la manera de recurrirlo tú mismo. En este apartado nos vamos a centrar en el 3º Grado ya concedido.
Una vez te comunican la progresión de grado, así se denomina en los medios judiciales, por medio de un Agente Judicial o directamente la Prisión, el Centro Penitenciario puede prolongar tu estadía en segundo grado mientras la Junta se reúne para dar curso a la notificación. Aunque esto no es legal, ya que cualquier problema que tengas en un patio con internos de segundo grado estando tú ya en tercero, sería responsabilidad directa de la Junta. No obstante lo hacen. Bueno, el caso es que cuando la Junta del Centro te informa de tu nueva situación, pueden ocurrir varias cosas:
- Que te envíen al módulo de Ingresos mientras se decide tu nuevo Centro de Cumplimiento de Terceros Grados.
- Que te envíen de una vez al Centro de Cumplimiento asignado, que puede ser un módulo especial de Semilibertad en esa prisión u otra, o que lo hagan directamente a un Centro específico de Terceros Grados.
- Que te autoricen la salida del Centro Penitenciario por tu propio pie, obligado a presentarte de motu propio en el Centro asignado de cumplimiento. Este sistema también se suele utilizar con presos que han cumplido su condena en Centros alejados de su localidad de residencia; así, por ejemplo, sales de la prisión de Burgos un viernes y has de presentarte en el Centro de Cumplimiento Victoria Kent de Madrid, tu ciudad de residencia, el lunes a primera hora.
- Si eres drogodependiente, te encuentras inmerso en un tratamiento especial o estudias, y te conceden el Tercer Grado avalado por una asociación, ONG u otro organismo que te ha incluido en alguno de sus proyectos o tratamientos, un responsable de esa entidad podrá recogerte en prisión para llevarte a su centro, lugar donde cumplirás el Tercer Grado bajo supervisión y reglas de esa entidad.
3º Grado - Una vez alcanzado el 3º Grado, tu vida penitenciaria cambia. Vamos a centrarnos en explicarte, el día a día que llevarás en semilibertad en un centro destinado a ello, situación que engloba a la gran mayoría de los presos que acceden a este grado.
Centro de Cumplimiento o CIS (Centro de Inserción Social o de Régimen Abierto) - Aterrizas con tu petate de enseres y, después de los controles habituales, te asignan una litera con su correspondiente taquilla para guardar tus cosas. Te encontrarás dentro de un gran pabellón con al menos otros cincuenta internos (no es el caso en todos los centros; algunos cuentan con celdas de a dos, otros con salas colectivas de una docena).
Acostumbrado hasta ese momento a vivir en soledad o con un compañero, el compartir dormitorio con una manada de compis, gente que no conoces, de su padre y de su madre, se hace verdaderamente difícil. Pero no por la convivencia diaria en sí, que sólo durara la primera semana, sino por las terribles noches de no pegar el ojo: unos roncan como bueyes, otros se pedan como truenos, algunos se ponen a hablar subrepticiamente por el móvil a altas horas de la madrugada, otros van al servicio, en fin, que entre unos y otros y cada uno con sus manías, apenas duermes. Durante el resto del día las cosas funcionan diferente.
Contrato de Trabajo - Durante la primera semana y mientras arreglas tus papeles y te registran, permanecerás por las mañanas en el centro. Durante estas mañanas, te entrevistará el Psicólogo/a, el Educador/a, el/la Asistente Social y el Médico. Te preguntarán de todo, te pedirán papeles y documentos y cuanto antes los aportes antes podrás disfrutar de la calle en toda su extensión. Y entre los requisitos más importantes que has de solventar, es el del Contrato de Trabajo. Has de conseguir que algún conocido que tenga su propia empresa o cualquier negocio, te haga un contrato de trabajo, aunque sea de manera temporal. Ya que si no aportas este requerimiento, no podrás salir durante el día a la calle.
Si eres extranjero, en algunos casos también los nacionales, y no consigues un Contrato de Trabajo, permaneces en el Centro realizando trabajos internos (electricidad, fontanería, albañilería, etc.), tomando cursos (jardinería, alfarería, etc.) o detentando algún destino (cafetería, ordenanza, etc.) . Por las tardes autorizan la salida a la calle hasta una hora determinada y los fines de semana los tienes igualmente libres. Así permanecerás hasta que logres el tan ansiado trabajo exterior o llegues a las 2/3 o 3/4 partes de la condena cumplida. Más adelante explicaremos lo que ocurre cuando alcanzas estos porcentajes de condena.
Vinculación Familiar - Otra formalidad importante es la Vinculación Familiar, o sea, que algún familiar se responsabilice de ti, que tengas un hogar. Mientras se cumplen todos estos requisitos, no podrás salir por la mañana, salvo cuando solicites los Permisos por Horas, que el Centro te concederá en caso de que necesites solucionar cualquier tema burocrático.
En esta nueva etapa disfrutarás de un ambiente mucho más distendido que en Prisión, los Funcionarios son más amables, tus compis se encuentran más relajados y la vida interna del Centro es más similar a la de la calle. Puedes ir a la biblioteca, al gimnasio, a la cafetería del lugar, llamar por teléfono sin control, tratar con las internas que conviven en otras salas, en fin, que se percibe la diferencia.
Salida a la calle - Si por el contrario, has conseguido ese Permiso y la Junta lo ha comprobado y validado, te asignan unos horarios de entrada y salida del Centro de acuerdo a lo estipulado en tu contrato de trabajo. Es decir, si trabajas en el horario diario habitual, podrás salir de 7-8 de la mañana y regresar a las 8-9 de la noche. Si tu trabajo es nocturno, te asignarán una hora de salida de tarde y regreso de mañana. Si aparte de trabajar, estudias, conseguirás unas horas de más a las ya acumuladas por el trabajo.
Después de esto te pones en manos del Educador/a y Asistente Social. Ellos controlarán junto a la Junta del Centro tu nueva vida en semilibertad. El Educador que te corresponda te visitará una vez al mes en tu lugar de trabajo para comprobar que tu situación laboral no es un fraude y que sí estás cumpliendo con tus obligaciones. El/la Asistente Social contrastará tu lugar de residencia y que no existan problemas de tipo familiar.
A partir de este momento ya eres libre, bueno, semilibre. Firmarás todas las mañanas al salir y harás lo mismo al regresar. Cuando retornes por la noche, aún te puedes tomar una birra con lo compis de semireclusión en la cafetería antes del recuento nocturno en los pabellones. Si en alguna ocasión ves que vas a llegar tarde, no dudes en llamar a tu Educador o al Centro para avisar; en caso contrario puedes buscarte un problema.
Analíticas - Igualmente has de tener sumo cuidado con las Analíticas, que de repente y sin previo aviso te pueden realizar. El problema no hará más que empezar, si detectaran cualquier resto de sustancia estupefaciente, ya que lo que en prisión supondría un Parte por una analítica positiva, aquí en Tercer Grado puede ser motivo de regresión de grado, o sea, que puedes volver al segundo grado y verte catapultado al último Centro Penitenciario de donde llegaste. Todo depende de si te quieren buscar las vueltas, de si no gustas o no te comportas; de muchos parámetros. Una analítica positiva puede no tener consecuencia alguna o una muy grave, por eso lo mejor es que no arriesgues y te mantengas alejado de las drogas y de las pastis. Más de uno ha sido regresado de grado por una analítica positiva de chocolate, necesitando con posterioridad un año mínimo para salir de nuevo de prisión al Tercer Grado; así que ojito.
Permisos - Además de los fines de semana en la calle, dispondrás de una semana libre al mes para hacer lo que quieras, bueno, lo que quieras, lo que quieras, no. Para solicitar ese permiso has de informar del lugar y dirección donde residirás. Si te quedas en tu ciudad y en tu domicilio habitual, no tienes ningún problema. Si vas a salir de tu lugar de residencia, has de comunicarlo y han de autorizarlo. Si lo autorizan, dispones del viernes de fin de semana, hasta el lunes de la semana siguiente, aunque tengas que pasar a firmar el último domingo.
Generalmente te conceden el Permiso, en especial, si vas a casa de algún familiar. Pero si no te lo aprueban y de todas maneras sales de tu ciudad, ten cuidado de no cometer error alguno, que te pillen en algún control o cualquier otra casualidad. Porque si algo ocurre conociendo el Centro tu paradero, te encuentras a cubierto, pero si ocurre eso mismo sin la aprobación del Centro, ya te has buscado un problema y lo más seguro es que te regresen de grado y de Centro de cumplimiento. Esto vale también para los fines de semana habituales. Si quieres salir de tu ciudad, pide un sencillo permiso porque te lo concederán; ya sabes, en caso contrario, atente a las consecuencias. Ellos se harán los locos mientras no surja ningún contratiempo.
Cuando regreses cada noche, deja el móvil en tu casa, en el coche o apágalo y guárdalo: está prohibido utilizar el teléfono móvil en el Centro, aunque la mayoría, después del recuento, lo calientan con conversaciones sin fin. También es lógico: con el mono que uno trae de prisión con los dichosos cinco minutos de llamadas autorizadas...
Dispositivo Telemático - Cuando hayan transcurrido varios meses desde el comienzo de tu tercer grado y si ves que no te han llamado para ofrecértelo, puedes solicitar la famosa pulserita, llamada técnicamente, Dispositivo Telemático. A día de hoy habrá en España operativas unas 700 pulseras y en general, han dado muy buen resultado desde el punto de vista de seguridad y quebrantamientos para I.I.P.P., y más que satisfactorios para los interesados.
Si has tenido un buen comportamiento, has llevado a cabo Destinos, careces de Partes y has estudiado algún curso durante tu época de reclusión, es probable que te la concedan. Una vez aprobada la solicitud, has de rellenar varios formularios y disponer de un teléfono fijo en casa. Uno de los Funcionarios encargado del Departamento Telemático del Centro irá a tu domicilio a instalarte el equipo en cuestión. Conectará un aparato del tamaño de un grueso libro a la red eléctrica y a la línea telefónica. En ese momento calculará a ojo de buen cubero las dimensiones de tu casa, para programar el aparatito a tus movimientos dentro de ella sin que salte la alarma. A su vez, ajustará el dispositivo a tu tobillo y pondrá en funcionamiento todo el tinglado llamando al Centro para realizar las pruebas pertinentes.
A partir de este momento, has adquirido casi la libertad; casi, que no completa. Te asignarán el mismo horario que tenías en el Centro para salir y llegar a casa; fuera de ese horario no podrás abandonar tu hogar. Tampoco te alejes, por ejemplo, a la casa del vecino, porque tendrás todas las posibilidades de que el aparato envíe una señal de alarma.
¿En qué consiste el sistema de alarma del Dispositivo Telemático? Muy sencillo. El Dispositivo Telemático no es un GPS, por lo que no detecta tus pasos. Lo que hace es registrar tu entrada y salida del perímetro calculado por el Funcionario como el adecuado en tu casa. Cuando entras o sales, envía una señal a través de la línea telefónica al ordenador central del Departamento Telemático de tu Centro de Tercer Grado. Cuando los Funcionarios de dicho departamento llegan por la mañana, saben exactamente a la hora que llegaste y saliste de casa. También sabrán si abandonaste a deshoras tu domicilio.
¡Ojo!, si tratas de soltar el dispositivo de tu tobillo, o simplemente lo manipulas, el aparatito registra esa acción y envía igualmente la señal de alarma. Si se va la luz, se cae la línea telefónica o te cortan el teléfono, has de avisar de inmediato a uno de los Funcionarios del Departamento Telemático para que ellos te den la solución al problema. Siempre tendrás el móvil de uno de ellos. Son unos tíos enrollados y si no les fallas, te dan cuartelillo. Si algún día has de llegar más tarde de la hora prevista, los avisas y listo. Siempre te darán la oportunidad de rellenar un permiso, aunque sea a posteriori. Los fines de semana y los días de permiso, la alarma no funciona aunque registre las horas de llegada y de salida de tu domicilio.
Ahora, en lugar de firmar a diario, pasas los domingos por la tarde a firmar, una vez por semana en la garita de la entrada del Centro. Por otro lado, tendrás que presentarte una vez al mes a los Funcionarios del Departamento Telemático a fin de que controlen que tu dispositivo esté en condiciones y que tu situación familiar y laboral se mantiene invariable. Rellenas un formulario y listo, hasta el próximo mes. Ya dependes de ese departamento y ellos responden de ti. Únicamente entras al Centro a solicitar la semana de permiso y a revisar la lista de dichas autorizaciones, y si llevas tu situación correctamente, nadie te dará la brasa.
Como veréis, la vida en 3ºGrado es bastante cómoda para los que trabajan en el exterior. Como ya os comentamos, los que no consiguieron el contrato de trabajo y ninguna organización se responsabilizó de ellos, tendrán que cumplir el Tercer Grado en el Centro de Cumplimiento, con salidas de tarde, de fin de semana y de permiso. Y así hasta que lleguen sus 2/3 o 3/4 partes de condena.
Una vez has cumplido tus 2/3 partes de Condena, ya puedes tener opción a solicitar tu Libertad Condicional. Consultar el anexo Libertad Condicional.