Submitted by jorge on Mon, 16/12/2013 - 07:26
Hasta el día de hoy, las técnicas de interrogatorios aplicadas a los sospechosos de cometer un delito eran de tipo físico –torturas mediante palizas o artilugios ideados a tal efecto-, la psíquicas –torturas aplicadas mediante diferentes sistemas y dirigidas expresamente a la parte psíquica del interrogado- o los interrogatorios legales realizados ante las autoridades, donde el sospechoso, acompañado y asesorado por un letrado, hace frente a las preguntas realizadas por un juez y a las que puede responder o negarse a hacerlo.
Esto hasta el presente. A partir de hoy la situación puede variar.
El habitual polígrafo o maquina de la verdad, un instrumento de medición que capta las respuestas fisiológicas, tales como las variaciones de la presión arterial, el ritmo cardíaco y la frecuencia respiratoria del sujeto, pasará en breve a mejor vida frente al nuevo detector creado en base al nivel de los impulsos eléctricos que emite el cerebro ante las preguntas que se le formulen al sospechoso.
Una manera de entrar en la memoria del sujeto y que en caso de que sea culpable de un acto delictivo, lo reconocerá emitiendo un tipo de frecuencia diferente a la que emitiría en caso de que no existiera recuerdo de crimen alguno en su cerebro.
Y este sistema se comenzará a utilizar en España para interrogar a un sospechoso de un crimen aún no resuelto, el caso "Losilla". ¿Es lícito y constitucional entrar en la mente de un sujeto a sabiendas de que entramos en su “yo” más profundo con el pretexto de resolver un crimen?
http://politica.elpais.com/politica/2013/12/13/actualidad/1386955336_638121.html