Submitted by jorge on Tue, 15/09/2020 - 06:26
Se trata de casos muy complicados de juzgar y condenar, ya que por un lado, todo ciudadano que cometa un delito de la índole que sea tiene el derecho a un Juicio y, además justo, pero por el otro lado, podemos entender el sentir de un padre o madre al que hayan violado a su hij@ y, en ocasiones, después de ello, asesinado.
Como en una ocasión comentamos, en un pasado no muy lejano nos hemos encontrado con casos de madres que en la calle o, directamente durante el juicio, asesinaron al violador y asesino de sus hijas, como fue el de Mariane Bachmeier, que en 1981 y durante el juicio del asesino/violador de su hija de 7 años, le descerrajó a éste último 8 tiros hasta matarlo, o la madre gallega, María del Carmen, a la que en 2005 se le acercó el violador de su hija de 13 años y que disfrutaba de un permiso penitenciario, haciendo ostentación de su libertad y ésta, ni corta ni perezosa, compró gasolina y se dirigió al bar donde vio entrar al violador para acto seguido rociarlo con ese líquido y quemarlo vivo, muriendo días después en el hospital.
Estos son 2 casos de algunos más existente en nuestra sociedad, aunque del que hoy nos ocupamos lo perpetró el padre de una niña violada en la ciudad de León, Méjico, por un violador, David Enrique, que había ido a declarar a la Fiscalía de dicha ciudad, pero permanecía en Libertad.
Fue entonces, en la salida de dicho lugar, donde el padre de la víctima lo esperaba cuchillo en mano, y cuando el agresor apareció, lo atacó y acuchilló, siendo separado por unos agentes de la Policía que en el lugar se encontraban.
Al siguiente día el agresor/agredido murió en el hospital y el padre fue puesto a disposición judicial para ser juzgado.
Y ahora nos preguntamos, en todos estos casos de venganza y donde las mujeres antes mencionadas fueron juzgadas, condenadas y después de un tiempo de prisión, indultadas, ¿es de justicia que se condene a años de prisión a estos padres vengadores o que, por el contrario, se les indulte?
¿Qué hubiéramos hecho nosotros si de nuestras hijas se hubiera tratado? ¿Qué condena hubiéramos aplicado si fuéramos el Juez o un miembro del Jurado?
Que cada cual saque sus propias conclusiones.