Submitted by jorge on Wed, 02/12/2020 - 06:26
Cuando algunos de nosotros éramos niños y nuestros padres nos daban una cachetada, un coscorrón o una buena palmada en el culo, llorábamos o nos callábamos, pero éramos conscientes de que algo habíamos hecho mal; una vez pasada la pataleta, todo se olvidaba, por parte y parte, y “aquí no ha pasado nada”.
Hoy en día no.
Una mujer que se estaba separando de su marido después de 29 años de casados, dio, supuestamente, un cachete a su hijo menor cuando éste se enfadó por no permitirle su madre dormir en casa de la hermana.
Más tarde y ya en compañía de su padre y hermana, el niño puso una denuncia contra su madre por malos tratos, lo que indujo a ser analizado por un médico que corroboró que el niño tenía un pequeño hematoma en la mejilla y en la muñeca, este último por ser agarrado por la madre.
Esto provocó que la Juez la condenarla a 6 meses de distanciamiento a más de 200 metros de su hijo por un delito de Lesiones en el Ámbito Doméstico.
La madre aseguró que no pegó al niño, que lo regaño y zarandeó levemente, y cuando unos días después pudo ver a su hijo y le preguntó el motivo de denunciarla, el niño se abrazó a ella llorando y le aseguró que fue el padre y la hermana quienes le indujeron a decirlo y denunciarla.
Pero, claro, el padre parece que cuenta con un abogado de prestigio que lucha porque su cliente se quede con la custodia del niño.
Desconocemos si la madre le dio una paliza o, simplemente, un cachete, aunque el informe médico atestigüe que hubo contacto físico, pero si realmente condenan a una madre por una simple bofetada y un agarrón del brazo a no ver a su hijo menor en 6 meses, algo no funciona en nuestra sociedad con relación a la educación de nuestros hijos, algo que impedirá una correcta formación de los niños, donde los padres son denunciados por regañarlos, los profesores son agredidos por padres furibundos por suspenderlos o llamar la atención del alumno por mal comportamiento y los nenes, una vez crecen, agreden verbal o físicamente a sus progenitores.
Algo ha degenerado en esta sociedad con relación a la educación de los niños, y los menores "sobrados "de hoy serán los fracasados del futuro por no poner coto a la infancia actual.
