Submitted by jorge on Wed, 13/02/2019 - 06:43

Algo no funciona de manera correcta en nuestro Sistema Judicial, cuando se condena a robagallinas por delitos insignificantes a penas de prisión y a los grandes cacos de la Banca y de la Política se les absuelve o sentencia a penas pírricas que ni siquiera los llevan a la cárcel.
Son escasos los delincuentes famosetes ligados a la Banca, a la Política y a la Gran Empresa que pasan por prisión, y si lo hacen, casos como el de Roca, Urdangarín o Díaz Ferrán, por ejemplo, es debido a que cargaban con tantas causas o tan graves, que era inexcusable dejarlos en libertad para así evitar una gran Alarma Social.
Pero en la generalidad de los casos, este colectivo de alto standing poco o nada pagan por sus tropelías dinerarias.
Hoy nos venimos a enterar, que la Audiencia de Barcelona ha absuelto a Narcís Serra y Adolf Todó, expresidente y exdirector general respectivamente de Cataluña Caixa, por los sobresueldos que estos autorizaron en 2010 para toda la cúpula de dicha caja cuando el Fondo de Reestructuración bancaria inyectó a esta entidad y en ese mismo año, 1.250 millones de euros debido a su débil situación financiera, y claro, toda la cúpula, a aumentarse de inmediato los sueldos, pero como se ha juzgado el caso en la Audiencia de su ciudad, ya habrán tenido tiempo y mano para apretar tuercas y voluntades.
Y, por otro lado, la Audiencia Nacional ha condenado al exconsejero delegado del Banco de Valencia, Domingo Parra, a 1 año y 7 meses por administración desleal continuada en préstamos que se autoconcedía a través de la sociedad Pegoliva, a la cual estaba vinculado de manera personal y económicamente.
O, sea, que autorizaba créditos durante años para esta sociedad sin ningún tipo de control bancario y, después, cuando lo pillan, llega a un acuerdo con la Fiscalía para que le rebajen la petición fiscal en casi 4 años mediante una devolución de 330.000€ (quién sabrá lo que habrá desviado) y acepta una condenilla de 19 meses de andar por casa y no pisar la cárcel.
Después pillan a un zarrapastroso robando comida o en unos grandes almacenes y pá dentro, a cumplir, pero claro, éste no cuenta con un bufete de abogados de prestigio que dé la brasa con solicitudes y recursos a diario al Juzgado de Instrucción y a la Fiscalía.