Submitted by jorge on Mon, 09/11/2020 - 06:45

Así quedó una zona de la macroprisión de Picassent, Valencia, el pasado jueves 5 cuando una gran tromba de agua cayó sobre Valencia e inundó parte de la ciudad.
Y aunque estamos hablando de la mayor prisión de Europa y considerada de máxima seguridad, fallaron todos los protocolos de emergencia y a eso de las 16 horas la unidad de Presos Preventivos quedó anegada de agua para, acto seguido, perder el fluido eléctrico durante 4 horas.
Para estos casos existen unas medidas de seguridad como es el caso del un grupo electrógeno instalado hace años y restaurado y renovado hace 3 años con un coste de 17.000.000 de euros que, instalado en los sótanos de la prisión, a su vez quedó inundado y no arrancó siquiera.
Por otro lado, las bombas de achique al carecer de fluido eléctrico no funcionaron, además de la comunicación entre las garitas de funcionarios que tuvieron que utilizar los Walkie Talkies hasta que las baterías de estos se descargaron y no se pudieron cargar por falta de electricidad, nuevamente.
Al final, lograron que se sirviera la cena como se pudo a las 20 horas en las celdas de los Preventivos, para acto seguido realizar el recuento nocturno y chapar a los Internos hasta el día siguiente.
Si no ocurrió una desgracia, una revuelta o un hecho similar fue debido al buen comportamiento de los Internos y a la actuación de los Funcionarios, aunque la coordinación del operativo por parte de la Dirección del Centro fue nula y solo el entendimiento entre los “Buenos” (Funcionarios) y los “Malos”(Presos) evitaron un gran caos.
No nos extraña el problema generado por la inundación, menos el del arreglo del grupo electrógeno por un valor de 17.000.000€ que de seguro, parte fue al bolsillo de algún intermediario de Instituciones Penitenciarias, ya que en la prisión de Zuera, Zaragoza, construida en 1996 pero inaugurada en 2001, el túnel de acceso a la torre de vigilancia se inundaba en cada ocasión que caía un aguacero debido a que no colocaron la tela asfáltica a fin de abaratar costes, o la misma depuradora de agua que había tenido un coste de varios millones de euros dejó de funcionar al poco tiempo de su inauguración debido a fallos técnicos y hubo que invertir otra suma en repararla a pesar de ser prácticamente nueva.
Son bien conocidos los mordiscos que algunos intermediarios han realizado en cada ocasión que se ha construido una nueva prisión en España, muchas de las cuales llevadas a cabo por la constructora ACS, motivo que llevaba a rebajar las calidades o eliminar partidas presupuestadas.
Pero así funciona el "negoci" de la construcción de nuevas prisiones.