Submitted by jorge on Wed, 01/08/2012 - 09:31
Cuando Juan Antonio Roca clama al cielo durante su turno a la última palabra en el juicio del caso Malaya, esgrime un punto de vista no coincidente con la realidad.
Se lamenta, exponiendo para ello el ejemplo de asesinos ya condenados, que su petición fiscal sea de treinta años, cuando las condenas de los anteriormente mencionados con delitos de sangre rondan los veintitantos años.
Lo que el señor Roca no especifica, y los medios de comunicación no comentan por desconocimiento u olvido, es que una cosa es la petición fiscal y otra muy distinta, o quizás cercana, dependiendo del caso, es la condena final; esto por un lado. Por el otro, que los asesinos a los que hace alusión, además de ya estar condenados –habría que averiguar cuáles fueron sus peticiones fiscales- se encuentran cumpliendo penas por un delito, a lo sumo dos, y la retahíla de delitos a los que se enfrenta el señor Roca son los que provocan esa suma de treinta años.
Aunque ya estamos acostumbrados al pataleo de estos personajes una vez cazados y puestos a disposición pública.
http://www.larazon.es/noticia/1322-roca-lamenta-que-se-le-pida-mas-carcel-que-al-asesino-de-mariluz