Submitted by jorge on Fri, 23/07/2021 - 06:26
Una de estas historias de viernes que nos saca una sonrisa por lo absurdo de la situación pero que para el graciosillo que la llevó a cabo, la broma le va a salir cara.
Siempre cuando nos preguntan sobre la “comodidad y el lujo” de estar en 3º grado después de salir de prisión, de la facilidad de acceder a la calle en semilibertad e ir a dormir al Centro de Inserción Social (CIS) o a casa con un dispositivo telemático (pulsera), les damos la razón, aunque con la advertencia de que cualquier error que cometa el Interno ya progresado a 3º grado, como el de utilizar el móvil en el CIS, fumarse un canuto y que le realicen una analítica, llegar tarde al CIS, saltarse el horario con la pulsera, etc., puede ser motivo suficiente para que un Funcionario cabreado levante una acta de la falta cometida por el condenado y que a éste lo regresen a la prisión en 2º o 1º grado, y de ahí cuesta mucho volver a disfrutar del 3º grado perdido, meses, quizás 1 año: muy difícil ganarse el grado y muy sencillo perderlo por una tontuna.
En el caso que nos ocupa, se trata de un Interno del CIS de Murcia que ya disfrutaba del 3º grado con salidas diarias a trabajar y de fines de semana.
El miércoles de hace una semana, regresó por la noche al CIS después de pasar el día trabajando y fue una Funcionaria la que le condujo a su celda para permanecer la noche ahí.
En ese momento el Interno “comenzó a proferir insinuaciones y proposiciones de índole sexual a la funcionaria”, que consiguió con dificultad esquivar la situación y cerrar la celda.
Acto seguido, dicha Funcionaria dio parte del hecho a la dirección del CIS que de inmediato lo envió a la prisión de Campos del Río, Murcia, regresándolo a 2º grado, abriéndole un expediente disciplinario y perdiendo todas las ventajas que había adquirido hasta el momento en el CIS.
Asimismo, el hecho fue puesto en conocimiento del Juzgado de Guardia de Murcia, que abrirá las oportunas diligencias.
El Sindicato de Funcionarios ACAIP-UGT, por su parte, se personará como acusación particular, ya que lo harán, según ellos, “en aras de conseguir la máxima condena para este tipo de actos, que no pueden ser aceptados en nuestro trabajo y que, por otro lado, venimos reiterando la falta endémica de personal que sufren los centros penitenciarios y, en especial, los centros de inserción social; así como la falta de medios materiales para realizar nuestro trabajo, como ocurre de igual manera con la formación de los trabajadores”.
En resumidas cuentas, que tal y como comentamos con anterioridad, perder el beneficio penitenciario de 3º grado es sencillo, ganarlo harto difícil, cómo para estar haciendo el tonto en lugar de comportarse de una manera normal y cumplir con las normas impuestas.
Ya tendrá tiempo de desinhibirse cuando se haya licenciado de la condena.
