Submitted by jorge on Mon, 11/05/2020 - 06:45
Desde la última semana de abril, el Ministerio del Interior ha reactivado progresivamente los talleres penitenciarios productivos en 11 cárceles españolas.
Razona esta apertura laboral en base a, supuestamente, “los esperanzadores resultados obtenidos por las medidas de contención del virus en las cárceles y en consonancia con las decisiones adoptadas por el Gobierno respecto a la reanudación de la actividad laboral de los sectores no esenciales”, argumentos que, quizás, no compartamos en toda su extensión pero que aceptamos si esa apertura va a significar que 160 presos puedan regresar a su trabajo y con ello devenguen un salario que les servirá a ellos y sus familias, en especial, en el estado actual de las cosas.
El problema es que siendo la reincorporación a dichos talleres gradual, el tiempo necesario para que vuelvan a funcionar los 120 talleres acordados y operativos con empresas externas antes de la Pandemia y que empleaban a 3.000 Internos, será aún difícil de valorar, por lo que nos tememos que pasarán meses antes que todo vuelva a fluir por su cauce, si es que llega a darse esta situación anterior debido, principalmente, a la caída de la demanda de bienes de equipo y de consumo y, por lo tanto, de su producción.
Hay que hacer igualmente hincapié en que solo el 30% de la plantilla de cada taller se reincorporará a fin de evitar aglomeraciones y por ello contagios, y las prisiones que se beneficiarán de esta reiniciación laboral serán las 2 prisiones de Castellón, las 2 de Murcia, las 2 de Zaragoza y las de Zaballa (Álava), Basauri (Bizkaia), Huelva, el Dueso (Cantabria) y Soria, además de la madrileña de Estremera que, junto a la de Zaballa, había comenzado a funcionar una semana antes.
En ellas se fabrican piezas de fontanería, repuestos de automoción, material eléctrico, ensamblaje de productos de cartón, caucho y cerámica, y para evitar la propagación de Covid-19 durante la producción de estos bienes, además de la reducción del personal al 30%, los Presos trabajadores contarán con mascarillas, geles hidroalcohólicos, jabón y guantes, así como la obligación de desinfectar el lugar de trabajo antes y después del horario laboral.
Esperemos se continúe con esta política, dado que los Internos necesitan de estos sueldos, por muy paupérrimos que sean, para ahorrar un dinero para su futura salida en Libertad o para ayudar en el momento actual a sus familias.