Submitted by jorge on Thu, 07/02/2019 - 06:43

Esto es, aproximadamente, lo que le responde por carta el artista de performance Abel Azcona al Juez de Instrucción nº 1 de Berga, Barcelona, por la citación que éste le envió en base a la investigación que dicho Juzgado lleva a cabo por un posible delito de Profanación, y otro delito contra los Sentimientos Religiosos, ambos contemplados en el Código Penal.
Y todo debido a varias demandas que el Juez admitió a trámite, presentadas por la Asociación de Abogados Cristianos contra el artista, en especial, la referida a la performance denominada “Pederastía” y realizada con hostias consagradas que Abel fue acumulando acudiendo de continuo a comulgar y recibiendo la consabida hostia directamente del sacerdote.
En la misiva, el artista expone ante el Juez “estar harto de la persecución contra los artistas y que se declara en desobediencia, íntimamente ligada a la libertad, de modo que una persona puede llegar a ser libre mediante actos de desobediencia, aprendiendo a decir no al poder o a las formas de violencia que vulneran y precarizan su existencia”.
Sin embargo, la representante de dicha Asociación de Abogados se siente satisfecha por la admisión a trámite de la querella por parte de este Juzgado, ya que según ella “este tipo de acciones no pueden quedar impunes; los ataques de profanación, ataque y ofensa a los cristianos que no tienen ningún tipo de condena son muy peligrosos, crean un clima propicio a los delitos de odio”.
Es que a esta Asociación de Abogados Cristianos, al igual que al Arzobispado y a la Fiscalía, aún les escuece el revolcón que en 2016 les dio el Juzgado de Instrucción número 2 de Pamplona, no estimando en ese momento las querellas presentadas por estos entes, porque las obras no constituían ni escarnio ni vejación y el artista no pretendía ofender, sino criticar la Pederastia, según ese Juzgado.
Y a pesar de que todos estos querellantes recurrieron este fallo ante la Audiencia Nacional, esta lo desestimó porque como aseguraba el auto, “la provocación o el asombro juegan un papel principal, así como el sentido estético”.
De ahí que esta nueva demanda admitida a trámite les vuelva a colocar en una posición de fuerza.
Pero, de verdad, ¿es necesario querellarse contra un artista, polémico, eso sí, por exhibir unas performance que quizás hieran sentimientos religiosos pero poco daño más pueden hacer?
Creemos que se dan problemas sociales mucho más trascendentes que este para malgastar tiempo y dinero en tratar de condenar a un ser que exhibe Su arte a Su manera.
https://elpais.com/cultura/2019/02/05/actualidad/1549333154_791636.html