No ha podido ser. Han decretado el ingreso en prisión. Os comunicarán a qué Centro lo destinan. Ir a casa y preparar una bolsa con ropa, ojo, ropa que le sirva para el patio.
No incluyáis nada elegante ni fino, porque además del cachondeo que se puede montar en el patio, la ropa se estropeará enseguida y lo que es peor, se impregna de olor, olor a cárcel que no desaparece. Unos vaqueros, camisetas, jerseys, una chaqueta, zapatillas de deporte, calcetines y calzoncillos. De artículos de aseo, lo justo, ya que el Centro los provee. Algún desodorante de frasco transparente, un frasco de champú que se pueda ver el contenido y poco más; todo lo que no deje traslucir el producto lo pueden retirar en la entrada. Algún que otro libro, revistas y quizás algo dulce de comer. No le llevéis bolígrafos, nada que pueda ser susceptible de convertirse en arma, porque os lo devolverán. Cosas prácticas, ah, y lo más importante, cuando lleguéis al Centro a dejarle la bolsa, ingresadle dinero para el Peculio; puede disponer de 65€ semanales.
Después de todos estos trámites, solicitad verle. En esta primera ocasión habitualmente os dejarán pasar sin mayores contratiempos y quizás a deshoras. A partir de entonces, habréis de seguir los trámites especificados en el apartado Comunicaciones / Vis-Vis y en especial, que el detenido solicite el permiso para las personas que él desea que le visiten; ¡recordárselo!