Submitted by jorge on Wed, 09/09/2015 - 06:29
Esta frase aparece en una novela, uno de cuyos capítulos trata sobre la venta triangulada de armas españolas a países inmersos en conflictos bélicos y cuya transacción comercial estaba prohibida por la ONU.
Tiempo atrás, un consorcio de fabricantes de armamento español exportaba a través de una empresa semipública llamada DEFEX, armas producidas en España a países autorizados para importar dichos equipos bélicos, como una operación comercial con todos los parabienes del Gobierno de España.
Hasta ahí, bueno, se entiende aunque no lo compartamos.
El problema comenzaba cuando naciones involucradas en guerras fratricidas o de conquista y cuyas importaciones legales de armamento producido por los países occidentales no eran aceptadas o autorizadas por Naciones Unidas. Entonces DEFEX realizaba las exportaciones de las armas a un tercer país en regla a través de países como Chipre y con un conocimiento de embarque amañado, para que finalmente el embarque llegara al país vetado.
Esto era una operación triangular e ilegal en toda regla.
Hoy en día DEFEX se dedica al comercio internacional de bienes de equipo y ya ha pasado por una criba de sus anteriores altos directivos, sospechosos de haber organizado operaciones como las anteriormente descritas, de fraude y de haber percibido comisiones.
A pesar de ello, actualmente varias ONG internacionales como Amnistía Internacional, Greenpeace, FundiPau y Oxfam Intermón denuncian las exportaciones de armamento español a países en conflicto, como el caso de Yemen y la República Centroafricana, y comunican que "el Gobierno Español no ha explicado cómo puede ser que munición española exportada a Camerún por la empresa Nobel Sport España se desvió en la República Centroafricana (RCA) y terminó en manos de las milicias anti-Balaka o sobre los cartuchos redstar de la empresa Maxam Outdoors para escopetas, encontrados en varias localidades de la República Centroafricana".
Pero qué podemos esperar que haga la Justicia Española, cuando el Gobierno autoriza todas las exportaciones de armamento español, de manera legal, y cuando estas no cumplen con las resoluciones de la ONU, calla y hace la vista gorda.
Hay excesivas presiones políticas y dinero de por medio.