Submitted by jorge on Mon, 22/03/2021 - 06:45
Sí, ese que lanza la pelota en los partidos de Béisbol para que otro bateé, pero en el caso al que nos referimos, uno lanza con potencia un paquete que otro no batea, sino que recoge y distribuye.
Hace meses escribimos un post sobre el lanzamiento de Droga desde el exterior de una prisión dentro de pelotas de tenis, además de lo cual, explicábamos una de las maneras de distribuir las Drogas entre los módulos, lanzándolas con pilas de radio de un patio a otro.
Y todo parte de la problemática con la que hoy en día cuentan los camellos para introducir la Droga en prisión, ya que al no haber Comunicaciones en general ni regresos de Internos de Permiso en la mayoría de las prisiones, la Droga no entra, por lo que tienen que regresar al modelo del lanzamiento de la Droga por encima de los muros perimetrales de las prisiones calculando bien al patio al que han de dirigir el proyectil.
Es por ello que a principios de este mes de marzo, un hombre fue detenido por la Policía Judicial de Costa Teguise, Lanzarote, por lanzar un bulto al interior del Centro Penitenciario de Tahíche, en Lanzarote.
Parece ser que esta operación se gestó al observar los Funcionarios de la prisión a través de las cámaras perimetrales, como un automóvil se acercaba a la valla exterior, un hombre se apeaba de él, se acercaba a un punto que, supuestamente, calculó como la zona donde se encontraba el patio donde recibirían la Droga y lanzó con fuerza un bulto, tras lo cual huyó del lugar.
No llegó lejos, porque a los pocos minutos una patrulla lo interceptó y lo detuvo.
El hombre, de 29 años, fue imputado por un delito contra la Salud Pública, ya que tras revisar el bulto del patio se hallaron 174 gramos de Hachís y 10 dosis de Cocaína, si bien también lo relacionaron con otro lanzamiento similar realizado el 28 de febrero de 317 gramos de Hachís.
Pero este tipo de delito se agrava, en este caso, por haberse cometido, según dice la Ley, “en centros docentes, en centros, establecimientos o unidades militares, en establecimientos penitenciarios o en centros de deshabituación o rehabilitación, o en sus proximidades”.
Así que la broma le va a salir cara al beisbolista este que, por el momento, se quedará sin entrenar por un buen periodo de tiempo.