Submitted by jorge on Wed, 11/07/2018 - 06:43

Parece mentira, que un Fiscal pida 4 años de prisión para un ladronzuelo que robó unos 30 euros del cepillo de una Iglesia, y que “personalidades” que han hecho desaparecer fortunas apenas sean condenados o salgan libres sin probar las rejas.
Este pobre desgraciado, politoxicómano de 29 años y con antecedentes por robo, entró en junio de 2017 en la Iglesia de Betlem ubicada en la Rambla de Barcelona y, con la ayuda de un cuchillo, forzó el cepillo, de donde extrajo unos 30 euros de las limosnas.
Horas después, regreso y comenzó a zarandear de nuevo el cepillo, momento en que unos testigos lo retuvieron hasta que llegó la Guardia Urbana y lo llevó detenido.
Se ha demostrado por los exámenes forenses, que el joven cuenta con un consumo crónico de estupefacientes, en especial, Heroína y Cocaína, lo que le lleva a estar habitualmente bajo los efectos de la Droga y no ser consciente ni recordar los hechos cometidos.
De ahí que el Fiscal, "tan benevolente él", le rebaje en 1 año la petición fiscal hasta los 3 años de prisión por un delito de Robo con fuerza, contar con Antecedentes Penales y haberse cometido en lugar público.
Llama la atención esta historia en tanto y en cuanto el delito es menor y que se cometió por alguien enfermo, ya que en lugar de penas de prisión deberían enviarlo a un Centro de Desintoxicación, pero como se trata de un “mindundi” que no tiene donde caerse muerto y no cuenta con un abogado que le defienda en condiciones, pues nada, se le condena a prisión y listo.
Después, los de guante blanco y traje de chaqueta y corbata, se mueven a sus anchas por las calles de nuestras ciudades.