Submitted by jorge on Thu, 12/07/2018 - 06:43

Ayer comentamos la historia de un pobre diablo al que la Fiscalía pedía, en principio, 4 años, que después se convirtieron en 3, por robar 30€ de un cepillo de una Iglesia de Barcelona.
Hablamos de lo injusta que puede llegar a ser la Justicia y que a los desgraciados los meten en chirona por un quítame allá esas pajas, “pero como se trata de un “mindundi” que no tiene donde caerse muerto y no cuenta con un abogado que le defienda en condiciones, pues nada, se le condena a prisión y listo. Después, los de guante blanco y traje de chaqueta y corbata, se mueven a sus anchas por las calles de nuestras ciudades”.
Hoy lo demostramos con hechos.
Oriol Pujol, vástago perteneciente a una de las familias, los Pujol, que más ha robado, desviado, desfalcado, comisionado, usurpado en los últimos decenios en nuestro país, -se ha demostrado que varios miles de millones de euros fueron a parar a las cuentas de los diferentes integrantes de la familia en paraísos fiscales-, pacta con la Fiscalía un acuerdo en donde Oriol reconoce haber recibido “MORDIDAS” en el caso de la ITV y, la Fiscalía, tan decente esa institución, le pide por ellos 2 ½ añitos.
2 años y medio que no saben a nada, porque no entrará en prisión o si entra (que lo dudamos) será por un par de meses, pagará un decomiso de 311.000 euros y una multa de 76.000 euros y poco más.
Con este pacto se libra de ser juzgado por un Jurado Popular que de seguro lo hubiera empapelado.
¿Cómo el Fiscal puede ser tan desvergonzado para dejar suelto a un bandido de guante blanco como este y, otro Fiscal, compi de éste, solicita 3 años con el fin de encarcelar a un drogadicto que robó 30€ de donativos que iban a parar a la Santa Madre Iglesia, ni siquiera se trata de un hurto a un particular, sino a una gran y rica Institución?
El mundo al revés, donde siempre triunfa el poder y el dinero y pringan los pringaos.