Submitted by jorge on Fri, 13/07/2018 - 06:43

Otro de estos post de fin de semana, aunque no nos parece gracioso a pesar de esa apariencia que pueda conllevar.
Una cucaracha vulgar o Blatodeo, se cuela en la casa de un escultor filipino y éste la mata.
Hasta ahí todo normal o, por lo menos, es lo habitual que todos hacemos cuando nos encontramos con una cucaracha en nuestra casa: aplastarla.
Otra cosa es cómo lo ha llevado a cabo este escultor filipino, Gabriel Tuazón, que construyó una silla eléctrica a la medida de uno de estos bichos y, una vez la tuvo fabricada y operativa, buscó a una en su casa, la capturó y la ató a la silla aduciendo, “te has colado en mi casa con nocturnidad y alevosía. Ahora irás a avisar a tus amigas para invadir mi habitación. El veredicto es pena de muerte en silla eléctrica”.
Y accionó la electricidad mientras grababa el vídeo y tomaba fotos del acto, al tiempo que la cucaracha se consumía achicharrada por la descarga.
Y para demostrar lo guay que es él y la inspiración que rodeaba su obra de arte, colgó la grabación en la Red donde ha recibido más de 4.000.000 de reproducciones.
La “obra de arte de este escultor” nos parece una falta de respeto hacia la gente que aún muere sentenciada en la silla eléctrica en los Estados Unidos y, una crueldad por tener al bicho un rato pasándole descargas eléctricas, cuando con un pisotón, tema acabado.
Pero para gustos, los… y que cada cual saque sus propias conclusiones.
http://blogs.publico.es/strambotic/2018/07/muerte-de-una-cucaracha/