Submitted by jorge on Tue, 29/12/2015 - 06:51
La información recibida nos descuadra.
Cuando pensábamos que en el “primer mundo” la Heroína iba perdiendo fuelle en favor de otras drogas como la Cocaína, las Anfetaminas y las drogas de diseño, nos venimos a enterar que en los Estados Unidos el consumo de la Heroína va en aumento pero con un cambio de consumidor.
Lo que en los años 70 y 80 era la plaga de los sectores marginados del país, los negros y los latinos, ahora lo es de la población blanca hasta en un 90%, dato llamativo donde los haya.
Y ahora deja de ser un problema que se castigaba con arrestos y encarcelamientos debido a la violencia utilizada antaño para hacerse con las dosis, para convertirse en la búsqueda de la rehabilitación del drogadicto mediante terapias.
Es decir, los negros de antes terminaban sus días muertos por sobredosis o encarcelados, y ahora son los blanquitos de clase media los que terminan con sus huesos en centros de rehabilitación y tratados entre algodones.
¿Y a qué se debe este cambio?
Pues principalmente a que el blanco consume la droga comprándola de su propio bolsillo, que no utiliza la violencia en la mayoría de las ocasiones y, por último, que este consumo actual se debe en gran medida a la utilización masiva de analgésicos opioides que los médicos comenzaron a recetar desde comienzo del nuevo siglo con la ligereza del que da caramelos para la tos.
Y los que comenzaron con esos analgésicos “suaves”, pero opiáceos a fin de cuentas, terminaron por aumentar las dosis, comprar con recetas falsificadas y, finalmente, pasarse a la adquisición de la droga dura ilegal para calmar el ansía.
Cómo cambian los tiempos y las opiniones. Mientras la droga la consumían las “clase inferiores” no existía un problema real, tan solo una solución con represión y distanciamiento, pero cuando toca a las “clases pudientes”, el tema varía y se maneja con delicadeza y soluciones prácticas.