Submitted by jorge on Thu, 14/11/2019 - 06:43
Es un tema tan manido, que en ocasiones nos aburre volver a tratarlo, pero como aparece un día sí y otro también en los medios de comunicación, no nos queda más remedio que sacarlo de cuando en cuando a colación.
Ese rollo que “la Justicia es igual para todos”, tan comentado por Personajes Públicos en público, desde el Rey hasta el Presidente del Gobierno, nos parece más una tomadura de pelo que una realidad incontestable como debería suponerse viniendo la frasecita de quien viene.
Lo único que sí podemos constatar, es que en nuestras prisiones hay una cantidad ingente de pobres diablos con condenas tan ridículas y pírricas, en ocasiones por la falta de un buen abogado, en otras, por no poder hacer frente a las multas, que cuando nos llega la información sobre la imputación de una persona relevante del ámbito, social, económico o político, ya damos por hecho que, haya cometido el delito que fuere, eludirá la prisión o pasará fugazmente por ella.
En esta ocasión se trata de Borja Thyssen, hijo de la Baronesa Thyssen, que ha sido pillado infraganti por un delito de Fraude Fiscal en 2017 y por una cantidad nada desdeñable, casi 600.000€, por lo que el Fiscal le solicita 2 años de prisión (qué casualidad que sea justo la condena máxima por la que puede evitar la prisión si carece de antecedentes penales) y una multa de 595.000€.
Pero es que el niño de la baronesa y su mujer tienen aún un juicio pendiente por otro Fraude Fiscal realizado en 2010 y por el que le pedían 3 años de prisión, juicio que se está alargando sine die y que no impide que, a pesar de contar con estas dos solicitudes fiscales por idénticos delitos, él se mueva tranquilamente por el territorio nacional e internacional.
Ya le han pillado en dos ocasiones engañando al Fisco por cantidades económicas que pocos de nosotros hayamos visto, pero como cuenta con un bufete de abogados de primeras espadas y están el dinerito y las influencias de mamá detrás, pues nada, a esperar que lo condenen, pague una fuerte Multa y a casita.
A cualquiera de nosotros, imputados en dos sumarios de mucha menor cuantía, ya nos tendrían encerrados a la sombra y a la espera del juicio; después tendríamos que cumplir la condena en prisión.
A ver quien es el guapo que vuelve a soltar la sandez de, “la Justicia es igual para todos”.