Submitted by jorge on Mon, 18/05/2020 - 06:26
No es un mero comentario carente de importancia, ya que lo que está ocurriendo desde que comenzó el Confinamiento es un problema mayúsculo para todas familias donde se encuentren menores y adolescentes, y no solo a nivel nacional, sino a nivel planetario.
En resumen, lo que hasta hace unos meses se desarrollaba principalmente en la “Dark Web” o Internet oscura, se ha filtrado sin ningún pudor en las Redes Sociales más utilizadas en nuestros días como Facebook, Instagram, Twitter, Whastapp, Telegram, Tik Tok…
Lo que ha detectado la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil desde abril de este año hasta el día de hoy es que el trafico de imágenes sexuales de menores manejado por Pedófilos o Redes Pedófilas se ha incrementado el 507%, SÍ, lo he apuntado con claridad, el 5-0-7% más de trafico de imágenes pedófilas en las Redes Sociales mundiales, aumentando de 105 imágenes de tipo pedófilo al día a 640 diarias en el lapso de estos 2 meses.
Ya no se cortan, ya no buscan en el “Deep Web”, ahora navegan, ven y cuelgan en las Redes, ya que nuestros menores confinados están enganchados un mínimo de 12 horas diarias a Internet, control que los padres ya no pueden realizar al completo: el teletrabajo y la libertad de operatividad que tienen los menores sin colegio y hastiados todo el día en casa, proporciona esta opción de escape.
La Guardia Civil llama a una mayor cooperación internacional de todos los cuerpos policiales del planeta, a la vez que piden mayor colaboración a las plataformas digitales para que puedan cerrar estas páginas, cuentas o perfiles de usuarios pedófilos, que solo clausuran cuando existen denuncias de particulares o cuerpos policiales, ya que en caso contrario, circulan por Internet durante meses o años sin que nadie ponga coto a ello.
Estos enfermos psíquicos van cambiando de redes y de cuentas de acuerdo al cambio de tendencia de los menores, utilizando palabras y hashtags donde se reconocen entre sí y donde también enganchan a los menores que, en muchos de los casos, se fotografían o realizan sus propios vídeos de sus cuerpecillos en posturas sexuales explícitas que les solicitan los “supuestos” amiguitos; un 47% de las imágenes son de menores de 10 años y un 92% de niñas.
Según la Internet Watch Foundation (IWF), un organismo que vela para que los contenidos que circulan en Internet sean adecuados, eliminó en el año 2019, 132.700 webs pedófilas y la Interpol estimó que el aumento de estas imágenes en el mismo año se incrementó con relación al 2018 en 1,8 millones, siendo el numero de reportes de este tipo de visionado de 45 millones anuales.
Pero el gran problema radica en la persecución de este tipo de delincuentes, primero, porque pertenecen a decenas de países diversos, con diferentes legislaciones judiciales y, segundo, porque estos personajes cambian de perfil de usuario, de Red Social y de cuenta con suma facilidad.
Por otro lado, las Autoridades Judiciales de un país no funcionan con la celeridad ni disposición de las de otros, y las comisiones rogatorias demoran tiempo, necesitan de una insistencia inusitada por parte de la Autoridad demandante y conllevan un alto coste.
Todo esto, además de las pírricas condenas que, en general, se imponen a los escasos pedófilos que son cazados –habitualmente una Multa económica en lugar de un tiempo de prisión-, deja la veda abierta a este tipo de enfermos.
O los padres controlamos a nuestros vástagos o todo el esfuerzo que puedan hacer las Autoridades o entidades privadas para parar esta PANDEMIA psíquica no fructificarán.
