Submitted by jorge on Wed, 03/10/2018 - 06:43
Si el lunes 1 de octubre publicamos el post, ¡QUÉ CARADURAS!, donde hacíamos mención a la solicitud de Urdangarín y Torres de anular la Sentencia contra ellos, hecho que no se ha producido, hoy, dos días después, comentamos la situación de Fernando Blanco. el padre de la niña enferma Nadia Nerea, y su pareja, Margarida Garau, por buscar su Libertad a costa de cualquier acción, ya que desde diciembre de 2016, él se encuentra en la prisión de Ponent, ella en Libertad Provisional, con una solicitud de 6 años de prisión cada uno por estafar 1,1 millones de euros para la supuesta cura de la enfermedad de su hija.
Su abogado, David Peña, uno de esos letrados de honorarios desorbitados y fama televisiva, ha buceado entre todos los entresijos que la Justicia tiene para sacar a Blanco de prisión.
Entre otros:
• Recusar a los Magistrados de la Audiencia Nacional de Lleida, a lo que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha dicho que no.
• Solicitar que la Audiencia Nacional lleve el caso y enjuicie a Blanco y su pareja, solicitud asimismo desestimada.
• Asegurar que estando su defendido en prisión, “es casi imposible plantear una defensa efectiva, ya que su situación personal ha dificultado enormemente poder estudiar los más de 5.000 folios”, por lo que ha pedido que se le custodie en un hotel.
• Blanco ha enviado, desde la cárcel, cartas a las televisiones donde asegura que "llevo 654 días secuestrado sin mi hija; que vengan ahora esos médicos, jueces y personas que tanto saben y me garanticen que mi hija seguirá aquí muchos años y con una mínima calidad de vida. Seguramente cuando esto acabe será demasiado tarde y todos se limpiarán las manos".
Aunque el Fiscal ha echado por tierra muchas de las coartadas de su defendido:
• Blanco ha tratado de demostrar que en una fecha concreta se encontraban en Houston para operar a su hija, hecho que el Fiscal ha desmontado ya que había pruebas de encontrarse en las mismas fechas en Mallorca.
• Afirmó que su hija fue tratada y operada en diversos hospitales de diferentes ciudades del mundo, pero no pudo aportar ningún nombre de hospital ni de los médicos implicados en los tratamientos y operaciones.
• Asimismo, afirmó haber viajado con su pareja e hija a diversos países a fin de buscar una curación para la enfermedad de la niña, pero la niña carecía de pasaporte y en los documentos de ellos no aparecían los sellos de entrada y salida de dichos países.
• Aseguró que por la información recibida de varios médicos (cuyos nombres no proporcionó) su hija iba a morir en breve, motivo por lo que solicitó dinero a la población a través de las televisiones y otros medios, pero 4 años después, la hija sigue viva y sin visos de perder la vida.
Otros jetas, Javier Blanco y Margarida Garau, que no solo utilizaron a la niña enferma para recaudar fondos por 1,1 millones de euros en beneficio propio, sino que han abusado de la buena voluntad de miles de personas colaboradoras y ahora, destapado el pastel, quieren aparecer como víctimas del sistema.
¡Qué caraduras!