Submitted by jorge on Mon, 25/07/2016 - 10:50
Cuando hace unos 30 años en Colombia y otros países latinoamericanos se comenzó a hablar de la Burundanga como una droga extraída de una planta de la región y que administrada en la bebida o soplada sobre las víctimas acababa con la voluntad de éstas y el olvido de lo ocurrido, los ciudadanos se extrañaron y preocuparon, conocedores de la existencia de variedades de plantas alucinógenas y mortales utilizadas por los chamanes de toda América para sus ritos.
Se usaban principalmente en estadios de fútbol y acontecimientos multitudinarios, y a las victimas les robaban lo que tenían o las violaban y, con posterioridad, cuando recuperaban la memoria y la cordura, habían quedado en blanco con relación a los hechos acaecidos.
En España se están dando bastantes casos de violaciones a mujeres y robos a ancianos que después no recuerdan nada, pero no se relacionan con la Burundanga o Escopolamina, dado que desaparece de la sangre entre 2 y 6 horas y de la orina a las 12 horas y se necesitan de análisis específicos para dar con ella.
Y como no es una droga producida ni vendida en España –tan solo adquirible por internet o trayéndola de Sudamérica-, y no cuenta con un uso masivo, nadie le presta atención y, en el caso de los robos a ancianos, lo atribuyen a un ictus, pérdidas de memoria u otro mal de que los habitualmente aquejan a esta población; en el de las violaciones, como las mujeres no sufren desgarros vaginales dado que no ofrecen resistencia ni recuerdan nada, la mayoría piensan que de relaciones sexuales consentidas se trata.
Ahora se intuye que también se transmite su efecto a través de la piel, por lo que su solo contacto lleva a la victima a perder la noción de la realidad.
Y así, uno tras otro de los casos pasan a los archivos de esos que se olvidan, y solo algunos médicos de Urgencias y policías sabuesos siguen las pistas de estos delitos que NO EXISTEN pero van ampliándose poco a poco.