Submitted by jorge on Tue, 26/07/2016 - 06:16
Lo que pensábamos era más propio de nuestro país por el nivel de corruptelas tanto políticas, como empresariales y judiciales, se da igualmente en otras naciones y, en ocasiones, con mayor descaro que en el nuestro, que ya es decir.
Esto es lo que ocurre en la India, donde la Justicia funciona a dos velocidades: la de los ciudadanos normales y la de los famosos.
Pero ni siquiera el dinero sirve para pertenecer a la clase de aquellos que hagan lo que hagan no son condenados, y si lo son, no entran en prisión, no.
Porque en este país, la fama está muy por encima del dinero, y los más famosos actores de Bollywood como Salman Kahn y otros, con delitos de homicidio por conducir borrachos y matar a transeúntes, se diluyen en el tiempo sin que estos entren en prisión ni paguen su culpa de manera alguna: perdida de pruebas, desaparición o cambio de declaración de los testigos, “evaporación” de los expedientes, etc., son algunos de los motivos que esgrimen los jueces para dejar las sentencias en papel mojado.
Sin embargo, hijos de reconocidos empresarios como Alistair Perera y Sanjeev Nanda con muertes similares en accidentes de tráfico por ir embriagados, pagaron con cárcel sus delitos.
Como queda patente en estas líneas, en todas las casas cuecen habas y, aunque en nuestro país la Justicia es en ocasiones injusta y es una de las más ineficientes de nuestro continente, las hay peores, aunque para ello nos tengamos que trasladar a latitudes distantes.