Submitted by jorge on Thu, 21/09/2017 - 06:05
Si el tema del post de ayer nos preocupa, el Abuso Sexual en el ámbito laboral, el de hoy aún nos preocupa más, dado que de menores se trata.
Solo el 15% de los Abusos Sexuales a menores se denuncian, y de ese porcentaje, tan solo el 30% llegan a Juicio y SOLO un 30% de esos escasos casos, se sentencian, es decir, que de 100 casos, 15 se denuncian, de esas 15 denuncias, 4,5 se enjuician y solo 1,35 casos (de 100), salen de la Sala con una Sentencia Condenatoria.
De risa y de miedo.
Aquí aportamos algunos datos para entender esta situación:
• Entre un 10-20% de los españoles han pasado en su infancia y juventud por esta situación y pocos han sido los que han denunciado: las chicas entre los 7 y 10 años con un agresor en la familia y, los chicos, entre los 11 y 12 por parte de un profesor, entrenador o similar.
• A pesar de ello, en 2016 aumentaron las denuncias en un 15,8%
• Entre 2012 y 2016 se abrieron 4.020 procesos y se dictaron 746 fallos, aunque pocos condenatorios.
• Tan solo en el 15% de las ocasiones en que el menor confesó la agresión a su maestro, éste lo comunicó a la Policía.
• Tampoco estos, los maestros, cuentan con los conocimientos relativos a los abusos sexuales para reconocer el problema.
• Parte de esta situación reside en que en el 90% de los casos solo existe la versión del niño, la cual se desestima en la mayoría de ellos.
• No se preserva la intimidad del menor y al declarar lo hace en un medio que él considera inseguro, cercano al agresor, a pesar del biombo colocado a tal efecto.
• El menor ha de repetir su versión hasta en 4 ocasiones, ya que los sumarios se alargan en el tiempo una media de 3 ½ años.
• En ocasiones se retracta de su versión inicial debido a observar incredulidad en su familia o porque el agresor sea un familiar o conocido de ese entorno.
• Y se retractan, además de por los motivos ya esgrimidos, porque el mismo niño no reconoce su propia identidad, su cuerpo, sus sentimientos y su sexualidad incipiente, además de carecer de la suficiente autoestima para rechazar al agresor.
• También por la vergüenza que pueda producirle que su caso sea vox populi entre la familia, los amigos, el colegio y el barrio.
A fin de erradicar esta lacra o, por lo menos, reducirla, ONG como Save the Children proponen que se utilice la Prueba Preconstituida, una declaración inmediata una vez conocidos los hechos y grabada, para evitar que el menor tenga que volver a declarar en múltiples ocasiones, además de educar al niño desde la infancia en el sexo afectivo, formar a los profesores sobre los abusos sexuales y protección de la infancia y crear una suerte de protocolo que detecte este tipo de síntomas en colegios y gimnasios.