Una ex consejera de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, Pilar Cáceres, y a preguntas de la comisión de las Cortes que investiga la intervención de la CAM por el Banco de España, responde con toda tranquilidad, que ella, de economía, la justa, la del hogar y para de contar, y que aceptó el puesto de consejera “obligada”, dado lo excepcional y necesario de su presencia en el consejo de dicha Caja.

Hombre, si la pobre no tenía conocimientos de economía, que hacía en el consejo de una entidad bancaria en lugar de participar como psicopedagoga en un centro acorde a sus conocimientos, si es que los tuviere en dicha materia y no los hubiera perdido entre tanta nomenclatura financiera.

O la señora tenía un enchufe trifásico, o se trataba de señora o acompañante de algún poderoso caballero, o simplemente, presuponían que contaba con una dilata experiencia financiera para sentarla en tamaño sillón, ya que si no se tratase de alguno de estos supuestos, no se entiende el equívoco del puesto de trabajo asignado.

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