Submitted by jorge on Mon, 03/10/2016 - 06:51
Nos sorprende que el próximo Campeonato Mundial de Ajedrez Femenino del 2017 se celebre en Irán, y no porque no creamos que ese país no pueda llevarlo a cabo, sino por las restricciones que imponen sus Leyes atávicas a las mujeres.
Por Ley, cualquier mujer que pise su suelo ha de cubrirse pecho y cabeza con un velo, sea iraní o extranjera, con riesgo de terminar en prisión si no lo hace.
Por ello, el que se celebre este certamen en dicha nación con jugadoras ajedrecistas de todo el mundo, con creencias y costumbres tan diversas, ha creado ya polémica.
Muchas de ellas se niegan a ir a competir en esas condiciones, por lo que perderían esos puntos en la clasificación mundial.
A otras no les preocupa, como es el caso de la Presidenta de la Comisión de la FIDE -World Chess Federation- de mujeres, la estadounidense Susan Polgar, que le quita importancia al tema y asevera que ella, por respeto a otras creencias, lo usaría.
¿Qué les ocurrirá a las jugadoras que asistan sin el velo?
¿Terminarán en prisión?
¿Las expulsarán del país?
Cada cual que opine de acuerdo a sus creencias, pero forzar a una mujer a llevar una atuendo que no desea y cubre su rostro como en los últimos 1.200 años, nos parece fuera de todo lugar, máxime, si por ello puede acabar con sus huesos en la cárcel.