Submitted by jorge on Fri, 17/05/2019 - 06:43
Esta si es una noticia propia de un viernes, por lo graciosa y el sinsentido que carga.
Un interno de 25 años de la cárcel de Nanclares de la Oca, Andoni, solicitó mediante instancia a la Administración del Centro, concretamente, al Director del mismo, que dado que algunas religiones o cultos cuentan con excepciones dentro del menú que se sirve a diario en los Centros Penitenciarios, como es el caso de la Dieta Musulmana y que en época del Ramadán cumple con los horarios y condiciones que establece su religión (ya nos vale), pues que el tal Andoni se había vuelto discípulo del Dios Baco, por lo que solicitaba, a fin de cumplir con los preceptos de dicho culto y como “excepción religiosa”, se le autorizara poder consumir vino en la comidas.
El cachondeo que se montó en la Administración de la prisión fue mayúsculo y, por supuesto, el Director denegó dicha solicitud, archivándose la instancia de Andoni por Instituciones Penitenciarias bajo el epígrafe, “el gracioso del mes”.
Como todos imaginan, consumir alcohol en las prisiones españolas está prohibido, donde los más parecido a ese alcohol es la cerveza 0% que ahí se vende.
No obstante, hay internos que dejan fermentar la fruta con agua y azúcar en sus celdas y consiguen una especie de bebida de “Chicha” con un grado alcohólico nada desdeñable.
Otra opción es comprar en época navideña, a través de algún funcionario “dispuesto”, algunas botellas de Vino, Whisky o Ginebra, y que teniendo la cartera abultada, se consigue sin mayor problema.
Lo demás, es pura utopía.