Submitted by jorge on Wed, 17/09/2014 - 08:59
El C-A-S-I N-U-N-C-A es una máxima que siempre hemos mantenido cuando nos informan que algún inocente se encuentra en prisión.
Muy pocos son los casos de inocentes en la cárcel, escasos.
Pero en el caso que nos ocupa, no solo es una realidad científicamente probada, sino que el desacierto judicial se conoce desde hace 7 años, y el Juzgado que erró en la sentencia aún no ha subsanado el desaguisado y, mientras, el pobre reo en prisión desde hace 11 años.
Y todo se debe a que ambos eran extranjeros, uno, el inocente, holandés de vacaciones en Fuengirola en el momento de acaecidos los hechos, y el otro, el culpable, violador y asesino, inglés y residente en esa época en Málaga.
El problema radicó en que las violadas, ante tamaña agresión y similitud de rasgos faciales de los extranjeros del norte de Europa, erraron en la rueda de reconocimiento, y el pobre holandés entró en prisión… hasta ahora, a pesar de que no coincidían las huelas ni el ADN.
La policía española ya informó al juzgado que dichos parámetros correspondían a un asesino y agresor sexual encarcelado en el Reino Unido, pero los jueces andaluces, como si nada.
Eso sí, sus Señorías seguirán yendo a la Feria de Sevilla a bailar sevillanas y a comer pescaíto frito a la cercana playa de la Carihuela, mientras, el desgraciado del holandés sigue en la cárcel viendo pasar su juventud.
De cuando en cuando si hay inocentes en prisión, y estos pagan por todos los que no lo son.
http://politica.elpais.com/politica/2014/09/14/actualidad/1410717812_066741.html