Submitted by jorge on Wed, 28/06/2017 - 06:05
Nos sorprenden noticias que se encuentran, aparentemente, fuera del ámbito penitenciario, pero que SÍ tienen que ver con el día a día de las prisiones.
En 2009 se creó una polémica en Instituciones Penitenciarias cuando en el Centro Penitenciario de Picassent y en plenas fiestas navideñas, una “stripper” bailó durante 10 minutos ante 300 internos y, según las denuncias de la ACAIP, “la mujer se desnudó íntegramente, se embadurnó el cuerpo con leche condensada y se acercó a los presos a los que tocó y dejó tocar”.
En esta ocasión, un hecho similar se ha producido en una prisión de Johannesburgo, Sudáfrica, donde 3 bailarinas de striptease llevadas al centro por un organizador externo con la connivencia de algunos funcionarios de prisiones, organizaron un baile erótico en ropa interior de cuero y botas, que exaltó a los internos que acudieron al show.
Este penal de “Sun City”, alberga a los más peligrosos criminales de Sudáfrica con largas condenas, por lo que este tipo de provocaciones crean una tensión innecesaria, aunque aparentemente se venda como un espectáculo lúdico y carente de peligrosidad.
El que conozca la vida interna de una prisión sabe de antemano la necesidad que tienen los internos de afecto, cariño y, también, de sexo.
No juguemos con las sensaciones y los sentimientos de las personas carentes de Libertad; es un juego peligroso.