Submitted by jorge on Wed, 21/02/2018 - 06:05
Cualquier preso en España o en la Comunidad de Cataluña (tiene transferidas las competencias en materia penitenciaria) condenado a 9 años de prisión, no accede al 3º grado, por los menos, hasta cumplida la ½ de la condena y una vez haya disfrutado de varios permisos, pero claro, cuando existe un conchabeo de por medio, máxime, si el trato de favor viene de la mano del exconseller de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó y el narcotraficante condenado a 9 años es José Mestre Fernández, ex director general del principal operador de contenedores del puerto de Barcelona, Terminal Cataluña, el tema va tomando otros derroteros y se puede comenzar a atar hilos.
Porque al grupo de empresas de tal Mestre junto al grupo chino Hutchison Ports Holdino, le fue adjudicada en 2006 por la Autoridad Portuaria la gestión de una nueva terminal de carga en el puerto de Barcelona.
Pero en 2010, la Policía Nacional detenía a José Mestre Fernández por autorizar la entrada de 187 kilos de cocaína embarcados en un contenedor proveniente de Panamá y descargado en la terminal que su empresa gestionaba.
Mestre era uno de los detenidos en una macrooperación antidroga con llamadas telefónicas grabadas, seguimientos realizados y la droga incautada.
Entre lo hallado a su nombre y el de su hermano se encuentra la siguiente relación de propiedades y objetos:
• 1 residencia en Pedralbes, Barcelona, por valor de 30 millones de euros.
• 1 Rolls Royce y 1 Porsche Cayenne, entre otros coches de lujo.
• 2 yates de 25 mt. de eslora.
• Obras pictóricas originales de Picasso y Miró.
• Cuentas en Suiza con 8,9 millones de euros de saldo (destapado por la lista Falciani del banco HSBC)
• Etc., etc., etc.
Una vez detenido, quedó en Libertad bajo Fianza de 10 millones de euros, primer dato llamativo, ya que escasos son los imputados en operaciones antidroga de gran calado que salen en Libertad bajo Fianza.
Posteriormente, fue enjuiciado por la Audiencia Nacional y condenado a 12 años de prisión y al pago de una multa de 14 millones de euros, sentencia recurrida ante el Tribunal Supremo que rebajó la condena a 9 años de prisión.
Antes vimos lo bueno, ahora veremos lo mejor:
• En diciembre de 2014, José Mestre Fernández entra en la prisión catalana de Can Brians.
• En diciembre de 2015, 1 AÑO DESPUÉS, comienza a salir a diario de prisión y solo pernocta en la cárcel, un 3º grado encubierto y descarado, aunque lo tratan como permisos especiales.
• En esos tiempos, los Servicios Penitenciarios de la Generalitat, dependientes de la Conselleria de Justicia, los dirige Germá Gordó, su amiguete.
La gran, gran mayoría de los presos de las cárceles españolas y catalanas con un delito de este tipo y, especialmente, los FIES como este sería el caso de Mestre por considerarse Organización Criminal y juzgado por la Audiencia Nacional, no disfrutarían los primeros permisos hasta estar cercanos a cumplir la ½ de la condena y, a partir de ese momento, con buen comportamiento, vinculación familiar, contrato de trabajo, etc. podrían, solo podrían, ser progresados a 3º grado.
Y qué decir de los FIES que, por ser presos bajo un control especial, necesitan de tiempos más dilatados para acceder a los beneficios penitenciarios.
Esto ha sido una sinvergonzonada en toda regla, pero a ver quién le pide cuentas al exconseller de Justicia de la Generalitat, Germà Gordó, benefactor del tal Mestre, estando las cosas como están.