Submitted by jorge on Fri, 25/06/2021 - 06:26
Historia propia de viernes con un final incierto, ya que no quedó constatado que el fotógrafo abusara sexualmente de una menor tal y como ella afirmó..., ni que dejó de hacerlo.
Una niña de 13 años entró en un establecimiento fotográfico en Cantabria en compañía de su madre y de su hermana para que le tomaran unas fotografías de carnet, tras lo cual, pasó detrás del mostrador a un cubículo donde el fotógrafo contaba con los útiles propios para hacer su trabajo.
Acto seguido, tomó las fotos correspondientes pero, en una corrección de postura de la menor, el fotógrafo, supuestamente y según la versión de ella, le agarró el pecho y lo apretó, circunstancia que el profesional niega asegurando “que había rectificado la postura de la chica posando su mano en la zona superior del pectoral y la espalda porque estaba encorvada, pero niega rotundamente cualquier acto de naturaleza sexual”.
Dado que ambas versiones son contradictorias, el supuesto acto duró escasos segundos y no se ha podido encontrar ningún elemento que pueda constatar los hechos, además de que el mostrador se encontraba a un par de metros del habitáculo donde se realizaba la sesión y que no estaba cerrado a la vista de la madre, el Tribunal asegura que "no puede concluir con suficiente certeza que los hechos relatados por la menor sucedieran conforme a su versión, y ello hace que no pueda quedar quebrado el principio de presunción de inocencia".
Asimismo, explica que "debe ser absoluta la certeza de que se produce el acto de tocar a la menor en el pecho y el ánimo en ello de carácter sexual, sin que podamos afirmar con rotundidad siquiera que la tocara en dicha zona, por lo que, de ambas versiones contradictorias no puede sino fallarse a favor del principio de presunción de inocencia, y por ello dictar un pronunciamiento de carácter absolutorio".
Además de todo lo anteriormente descrito, el fotógrafo regenta la tienda de fotografía desde hace 40 años, no cuenta con Antecedentes Peales ni ninguna incidencia habida en el establecimiento, por lo que la Audiencia no puede quebrar el principio de la Presunción de Inocencia y absuelve al profesional de cualquier tipo de delito.
Y nos preguntamos, ¿qué motivo tendría la niña para denunciarlo en caso de que no hubiera ocurrido nada?
Y él, ¿se arriesgaría a semejante acción, de la cual sabía que no llegaría a mayores, dado que se encontraba su madre y hermana frente a ellos?
No se entiende la mentira de ella ni el posible abuso de él.
Qué cada cual saque sus propias deducciones.