No conocemos a un implicado al cual su abogado defensor no le haya propuesto un acuerdo con la fiscalía para evitar el engorroso juicio.

Lo que es menos común, es que un inocente, que así se declare ante los medios de comunicación a bombo y platillo, acceda a un acuerdo de este tipo. ¿Para qué?, ¿con qué fin?, si lo que desea es ser juzgado a fin de demostrar su inocencia y poder de esta manera limpiar su nombre y los de los que le rodean.

Por ello no entendemos que el señor Iñaki Urdangarín esté dispuesto a pagar una elevada suma y reconocer unos hechos, de los cuales hasta hace un par de semanas se desmarcaba, con el fin de limpiar el buen nombre de la corona, en especial, el del monarca.

Si bien podemos entender que la fiscalía desee este acuerdo y colgarse ante el respetable las consabidas medallas, no podemos aceptar una cantidad económica como la esgrimida en los medios dado el montante desviado, y menos, dos años de condena por unos hechos, que si se demuestran realizados, conllevarían una probable condena de seis años o más.

Y el público en general ya está al tanto, que con dos años de condena y sin antecedentes penales a sus espaldas, un ciudadano del común no entra en prisión. 

Con esto queda todo dicho. Y todo, imaginamos como terminará...

http://politica.elpais.com/politica/2012/05/01/actualidad/1335894708_769984.html