CELDA EN UNA PRISIÓN DE NORUEGA
El nazi Breivick, que en 2011 mató a 77 personas en Oslo y en la isla de Utoya, tiene la desfachatez de quejarse de la soledad y la comida precocinada que le sirven en la celda de la cárcel noruega de Skien, donde entre otros entretenimientos cuenta con, tal y como asevera la Abogacía del Estado Noruego, “su propia cinta para correr, una PlayStation, una bicicleta estática y un sillón reclinable con reposapiés. Para entretenerse el reo también ha recibido periódicos, revistas, libros, puzles, vídeos en DVD y un discman para escuchar música. Además, participó en un concurso navideño de pan de jengibre”.
Es decir, él mata a 77 jóvenes, deja a unos padres sin hijos, a herman@s y novi@s sin pareja, no se arrepiente de ello, vive en una celda solo con todos esos lujos y tiene el descaro de quejarse.
Asimismo, asegura que “encuentra molestos y ofensivos los regulares registros al desnudo y que se siente solo por no recibir visitas”.
Demencial, máxime, cuando hablamos de uno de los mejores sistemas de prisiones del mundo, el noruego.
Qué visite otras prisiones del mundo y va a saber que son cacheos integrales, comidas aguadas y caducadas, celdas de a 20, visitas masificadas, y trato humillante por parte de los funcionarios y otros presos.
Lo que hay que oír.