Submitted by jorge on Thu, 15/10/2015 - 06:29
Para ciertos temas somos los más modernos del mundo: los primeros matrimonios entre parejas del mismo sexo, la adopción de hijos por las mismas parejas y otra serie de adelantos sociales que se conquistaron con esfuerzo pero antes que otras naciones.
Sin embargo, en otros apartados de nuestra sociedad, seguimos manteniendo actitudes de siglos pasados.
Que un Guardia Civil ya en la reserva y querido por todos sus compañeros, creador de un equipo de fútbol de alevines y campechano con sus vecinos (extraño en miembros de este cuerpo) haya sido condenado a tres meses y un día de cárcel por, supuestamente, insultar a un superior, es algo propio de cavernícolas.
Llamó cabrón a su sargento bastante más joven que él y que demostraba de continuo su superioridad ordenándole las peores labores y funciones dentro del cuerpo, hasta que saltó la chispa y surgió el encontronazo verbal.
Es de risa que este agente tenga que entrar en la prisión militar de Alcalá a cumplir la condena, basándose dicha pena en una sentencia del Código Penal Militar, obsoleto donde los haya y cuya petición fiscal inicial era de 5 meses y un día de prisión por un “cabrón” altisonante.
¿Cuándo actualizaremos nuestras Justicias Penales, que ya va siendo hora?