Submitted by jorge on Tue, 07/04/2020 - 06:45
Sí, es una pena, es una vergüenza, es demencial, que corriendo los tiempos que corren, ciertas personas, ciertos ciudadanos, aparentando realizar labores sociales como es la de llevar material sanitario y alimentos para el colectivo de Médicos y Enfermeras que está luchando en los hospitales contra esta plaga, saquen a relucir sus instintos más primarios y se comporten como verdaderos animales (que disculpen los pobres animales por compararlos con estos ignorantes) organizando una tangana fuera de lugar.
Se trataba de varios voluntarios que llevaban material y alimentos a los sanitarios del Hospital barcelonés Vall d’ Hebrón, voluntarios algunos de los cuales eran ultras de Boixos Nois del Barcelona Club de Fútbol y otros de similar catadura de las Brigadas Blanquiazules del Espanyol C.F.
Pues fue precisamente en la puerta de dicho hospital, donde 2 de los hinchas de Boixos Nois se encontraron con un dirigente de las Brigadas Blanquiazules y ultra de extrema derecha de las décadas finales del siglo XX apodado Fredy, lo agarraron y le propinaron una serie de puñetazos y patadas hasta que el agredido huyó escaleras arriba.
Eso sí, todos con sus mascarillas sobre nariz y boca y habiendo entregado el material en el hospital como buenos ciudadanos y colaboradores sociales mientras gritaban al huido, “corre, perra”.
Si esto es solidaridad y los tiempos que corren son los adecuados para realizar este tipo de actos, creemos que cuando pase esta pandemia, y dado que se controlaran de manera más exhaustiva los aforos a los lugares públicos, a este tipo de personajes siniestros se les debería impedir el acceso a cualquiera de estos sitios, máxime a los estadios de fútbol.