Submitted by jorge on Wed, 15/02/2017 - 06:51
Hablamos con desprecio de las cárceles suramericanas y asiáticas, por no decir de las africanas, y en nuestra adorada Europa tenemos unas prisiones que al paso que vamos terminarán a la misma altura que las de algunas de estas naciones.
Esto enfocado a las cárceles públicas, ya que si nos desviamos al apartado de las prisiones administradas por empresas privadas, el problema se ve aumentado en gran medida.
En 2014 el Gobierno Británico decidió ahorrar importantes sumas de dinero en diversos apartados de la Administración, entre otros, el referido al de las prisiones, con el fin de rebajar dicho presupuesto en 500 millones de libras, por lo que sacó a concurso la adjudicación de la administración de varias de sus prisiones a empresas privadas, entre otras, la prisión HMP Northumberland.
Entonces apareció Sodexo, una multinacional de servicios instalada en 80 países y con 425.000 trabajadores a su cargo, con la oferta más económica, ahorrando 130 millones de libras durante 15 años a la Administración Británica en base a la supresión de 200 puestos de trabajo, de los cuales, 96 eran funcionarios penitenciarios.
El caso es que un periodista de la BBC se introdujo de incógnito durante 2 meses en esta prisión como vigilante, y grabó y mostró al mundo escenas propias de prisión de república bananera:
• Consumo masivo de drogas (similar a las prisiones españolas)
• Falta de control en las instalaciones.
• Alarmas en puertas fuera de uso.
• Roturas en las vallas de seguridad internas.
• Pasamontañas, vestimenta de camuflaje y herramientas de corte halladas en las celdas.
• Presos saliendo en horas nocturnas de la prisión.
• Celdas abiertas durante la noche.
• Amenazas y presiones de los internos a los funcionarios.
Esto es lo que ha conseguido el Gobierno Británico recortando presupuestos y privatizando las prisiones.
Ahora, con el agua al cuello, quieren reaccionar aumentando las partidas para el Sistema Penitenciario.
Quizás sea algo tarde para eso y para retornar al sistema público penitenciario.