Submitted by jorge on Fri, 29/11/2013 - 07:50
Que condenen a 21 mujeres, de las cuales un tercio son menores de edad, a 11 de años de cárcel por protagonizar un corte de tráfico durante una protesta, es no solo demencial, sino propio de un país anclado en una sociedad agraria.
A pesar de que Egipto ha realizado esfuerzos por modernizar la imagen de su país cara al exterior, ciertas posturas del nuevo Gobierno no solo dejan mucho que desear, sino que radicaliza a un nivel impensable su posición con relación a las mujeres y a los grupos políticos opuestos a dicho Gobierno, condenando además de a las mujeres, a seis hombres considerados dirigentes de los Hermanos Musulmanes a 15 años de prisión por haberlas incitado a protestar.
Si comparamos dichas condenas que no se sostienen ni con pinzas con las que aquí se aplican por regla general, estas personas deberían haber asesinado con premeditación y alevosía o haber sido jefes de alguna organización criminal.
Con esto queremos demostrar la tremenda brecha existente entre el Egipto actual, compuesto por "un Gobierno civil formado por una mezcla de personajes afiliados a la era Mubarak y de tecnócratas de perfil liberal" y la mayoría de naciones democráticas.
Pobres mujeres, pobres egipcios.
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/11/27/actualidad/1385572806_047031.html