Submitted by jorge on Thu, 02/11/2017 - 06:43
Una Juez de las Islas Canarias ha impuesto una condena, no al uso, a una veintena de jóvenes que habían cometido diversos delitos que iban desde los patrimoniales hasta el maltrato familiar, la violencia doméstica y otros.
Para ello dispuso de un grupo de colaboradores judiciales que acompañó a los jóvenes y sus familiares durante una caminata de 2 días con un recorrido de 45 kilómetros y desniveles de hasta el 25%.
Con ello se buscaba, a través del ejercicio físico y la convivencia durante ese largo y dificultoso trayecto, aunar pareceres, romper barreras y que los hijos díscolos encontraran a través de esta actividad el dialogo y el acercamiento con sus padres.
Este es el tipo de penas que realmente pueden redirigir la vida de los jóvenes con problemas de adaptación y delincuenciales, -a través del diálogo y el afecto-, además de brindarles la oportunidad que reconozcan los errores cometidos y no por medio de las condenas punitivas que solo encuentran el rechazo y el aumento de la rabia de estos chicos.
Gran acierto con este tipo de medidas ejemplarizantes.