Submitted by jorge on Fri, 21/04/2017 - 06:48
Aunque sea un excepción -tan solo en una ocasión se ha condenado a un imputado de asesinato sin pruebas físicas o testigos fiables en 2012 y ratificado en 2016 por el TS-, puede que a raíz de esta nueva sentencia se abra la puerta en España a condenar a otros supuestos asesinos aún sin pruebas físicas ni testigos.
Un Jurado Popular condena por unanimidad al marroquí Mohammed Tahiri residente en Mataró por el asesinato de su pareja Piedad Moya, a la pena de 17 años de prisión, veredicto emitido por la Audiencia Provincial de Barcelona.
Y aunque este fallo puede ser recurrido ante el Tribunal Supremo, estimamos que este tribunal superior no se opondrá a dicho veredicto, a lo sumo, podría rebajar en algún grado la pena, pero poco más, a pesar de que la interpretación de los indicios y dado que faltan las pruebas físicas, pueda llevar consigo algún error de interpretación; los fallos existen hasta en los sistemas judiciales más perfectos.
Pero al igual que los miembros del Jurado, la Audiencia ve más que claros los indicios para condenarlo “por homicidio y por atentar contra la integridad moral de la mujer por ocultar su cuerpo”.
Los hechos ocurrieron en 2014, un mes después de la desaparición de la mujer, y algunas de los indicios aportados los da la hermana de la víctima y las propias hijas del supuesto homicida, que lo acusan de padre maltratador, además de negarse a denunciar la desaparición de su mujer ya que como aseguraba, “eso no sirve de nada”.
Con esta Sentencia se crea Jurisprudencia, por lo que los futuros homicidas que estimen que por hacer desaparecer el cadáver quedan exentos de culpa, que se vayan preparando.