Submitted by jorge on Thu, 03/06/2021 - 06:45
Pensábamos que con la vuelta a la normalidad de la Pandemia, los ánimos en prisión se relajarían, todo ello motivado por el regreso a muchas de las prisiones, no a todas, de las Comunicaciones (por cristal, Vis a Vis, etc.), de las salidas de Permisos y del acceso a los 3º grados.
Pero parece ser que no es así, porque las agresiones entre Internos y de Internos a Funcionarios continúan, aportándonos la estadística el dato actual de 1 Funcionario al día agredido en el conjunto de las prisiones españolas, de ahí en su insistencia en que los reconozcan como Agentes de la Autoridad, aunque desconozcamos en que cambiará esa nueva categoría su relación con los Presos.
Por ello no nos sorprende la noticia de un nuevo ataque, otro más de esos diarios que nos aportan las estadísticas, aunque de la mayoría no recibamos noticias.
Esto ocurrió el viernes pasado a la hora de la cena en la prisión de Texeiro, la Coruña, cuando un Interno de 25 años clavó el palo de una escoba que partió y quedo astillada a un Funcionario para, acto seguido, intentar agredir a 2 compañeros suyos que acudieron al revuelo y que fueron también lesionados.
Otros 5 Funcionarios provistos de escudos de protección acudieron en ayuda de su compañero e intentaron reducirlo en el patio, consecuencia de ello, esos Funcionarios quedaron lesionados leves y uno más grave con la rotura de un hueso de la mano.
El Interno en cuestión fue reducido y encerrado en Aislamiento, si bien era conocido en la prisión por haber protagonizado otros incidentes de agresiones e insultos.
Siempre se han dado agresiones en las prisiones, dado que son espacios cerrados donde más de un centenar de personas de diversas nacionalidades, credos, estratos sociales y demás conviven de manera forzada y ello conlleva todo tipo de percances que, en la mayoría de las ocasiones, no trascienden por su escasa relevancia pero, en otras, se tornan peligrosos y desestabilizadores de un módulo.
El problema es que la Pandemia ha agudizado esta situación derivado del doble hermetismo existente en los centros y que tardará aún un tiempo hasta normalizarse.