Nos encontramos, los ciudadanos de a pie, de nuevo mal informados, o por lo menos confusos, ya que no todos los medios de comunicación coinciden en los diferentes detalles del fallo del Tribunal de Estrasburgo respecto a la Doctrina Parot.

En primer lugar aclarar, que si bien la mayoría de los casos recurridos ante este Alto Tribunal Europeo no llegan a ser vinculantes para los Tribunales Españoles por ser casos cerrados en el momento del fallo, es éste, el de la etarra Inés del Río, y debido a encontrarse la condenada aún en prisión y ser vulnerados sus derechos a la libertad en presente, una excepción junto a la de otros presos condenados por terrorismo, y por ello ha de ser valorado por la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional Española, por ser éste el Tribunal que juzga todos los sumarios relacionados con Bandas Organizadas o delitos de gran trascendencia y que han creado una importante Alarma Social.

Por otro lado, y aunque la Doctrina Parot es constitucional, ya que fue avalada por dicho Tribunal Constitucional, en la práctica es un as sacado de la manga por el Poder Judicial y Legislativo -similar al de los presos FIES (presos controlados con severas medidas de seguridad y vulneración de sus derechos constitucionales dentro de prisión, en especial, los presos etarras y los que provienen de sumarios instruidos y/o juzgados en la Audiencia Nacional), para evitar la salida a la que por Ley tienen derecho todos los condenados que hayan cumplido su condena.

Pero con esta Doctrina Parot no les aplican los beneficios por trabajo y estudios en los tiempos establecidos tal como se realizaba con el Código Penal de 1973, anterior al de 1995, sino utilizando una triquiñuela legal, le dan la vuelta a la tortilla e impiden su salida durante un tiempo mucho más extenso del que otorga la Ley.

Y ahora llegan los de Estrasburgo y les dicen a los listillos que elaboraron la Doctrina Parot que nones, que eso no se agarra ni con pinzas y que incumple todos los preceptos de los Derechos Humanos Internacionales.

Quizás no estemos de acuerdo con que ciertos presos salgan de prisión por motivos evidentes, pero si el Gobierno desea mantenerlos encerrados, que legisle en consecuencia y con la legalidad en la mano.

¿Y ahora quién es el guapo que desenreda la madeja? ¿Qué van a decidir los Magistrados de la Audiencia Nacional para no quedar como unos tolais ante la opinión pública nacional e internacional?

http://www.elmundo.es/elmundo/2013/10/17/espana/1382000594.html