Submitted by jorge on Fri, 17/06/2016 - 09:20
Hoy en día nadie critica la moda del tatuaje, aunque hasta hace una década se trataba de un símbolo propio de marinos y delincuentes.
Los cuerpos actuales, especialmente los jóvenes, lucen toda suerte de diseños a colores o en blanco y negro, y nadie es condenado por ello.
Otra cosa es que a un padre italiano demente -no encontramos otra acepción más suave que esta-, se le ocurriera un día tatuar el cuerpo de su hijo, un bebé de 9 meses, que sin comerlo ni beberlo se asemeja más a la portada de un CD de Heavy Metal que a la de un menor recién nacido.
El padre, que sufre trastornos mentales, asegura que no ha hecho nada malo, ya que el cuerpo del bebé carecía de interés para él y ahora resulta mucho más artístico y agradable a la vista.
Lo hizo sin el consentimiento de su mujer, que ahora desea pedir el divorcio, al tiempo que la policía lo ha detenido y el juez instruirá cargos contra él.
Insistimos, con la vida, la salud y el bienestar de los menores no se puede jugar, por muy hijos tuyos que sean y por muy consagrado que te consideres como artista.