Submitted by jorge on Wed, 25/04/2018 - 06:43
Y de prestigio nos referimos a esos Abogados y Despachos con Mayúscula, esos que por sus defensas nunca facturan por debajo de las 5 cifras y a los que solo unos privilegiados pueden acceder.
Estos Profesionales, en la mayoría de las ocasiones, encuentran algún tipo de subterfugio o resquicio para evitar la condena de sus clientes, ya sea a penas de prisión o a cualquier otro tipo de condena.
Atenuantes y Eximentes como Toxicomanía, Adicción al Alcohol, Trastorno de Personalidad y otros, son los habitualmente utilizados por estas aves rapaces del derecho a fin de evitar las penas, o la rebaja de las mismas, a sus acaudalados clientes, mientras el ciudadano de a pie solo accede económicamente a los Letrados del común, esos que cobran tarde, mal y nunca, se preparan los casos como pueden y no cuentan con un rosario de jóvenes picapleitos recién egresados de la Uni que bucean en los Códigos y Jurisprudencia en busca de las triquiñuelas legales que después los prestigiosos del bufete exponen ante los Jueces y Salas.
En el caso del joven Francisco Nicolás Gómez Iglesias, alias, el pequeño Nicolás, éste ha pedido perdón al CNI por las declaraciones que realizó sobre los pinchazos telefónicos de este ente, además de alegar que padece un Trastorno de la Personalidad, recomendado por su abogado, para con ello eludir una pena por delito de Injurias Graves de 180.000€ impuesta en el juicio celebrado por el Juzgado de lo Penal número 16 de Madrid.
Si el Juez considera estos atenuantes, las cantidades podrían reducirse considerablemente y quizás salir con apenas un buen tirón de orejas del entuerto.
Por estas “minucias” compensa invertir en los grandes espadas de nuestro País.