Submitted by jorge on Mon, 05/02/2018 - 06:45
El que un padre o una madre de una víctima de abusos sexuales y/o asesinato se tome la Justicia por su mano, molesta o irrita a pocos, muy pocos ciudadanos.
Y no es que la gente los señale o critique, sino que la mayoría de los ciudadanos que a su vez tiene familia e hijos, comprenden esa reacción y la apoyan, por lo que las condenas que se imponen a estos “asesinos vengadores” suelen ser suaves.
Aunque no siempre la venganza termina en asesinato, como ha sido el caso del padre de tres chicas que fueron víctimas de abusos sexuales del ex médico del equipo olímpico de Estados Unidos, Larry Nassar que, durante el juicio del viernes pasado, y ante la negativa de la Juez a su petición de permanecer 5 minutos a solas con el agresor, saltó por encima de las mesas con el fin de agredir a Nassar, intento que frustraron los alguaciles que se encontraban en la Sala. La Jueza no ha presentado ningún cargo contra el padre.
Pero en otras ocasiones, las madres -en estos dos casos-, de las víctimas, lograron su objetivo y asesinaron a los violadores de sus hijas:
• En 1981, en Alemania, Marianne Bachmeier asesinó de 7 tiros y en la sala del Juicio al violador y asesino de su hija de 7 años. Fue condenada a 6 años de cárcel, aunque solo cumplió 2 años dentro.
• En 2005, en Valencia, María del Carmen García quemó vivo al violador de su hija de 13 años. Fue condenada a 9 ½ años, pero no llegó a cumplir ni los 5 ½ años de cárcel a los que fue reducida su condena.
En ambos casos, la opinión pública apoyó a las madres y, en el de Alemania, el Juez fue amenazado a fin de que no condenara a la madre.
La Ley está para cumplirla, pero cuando los que se la saltan agreden o matan a nuestros hijos, no existe, en ocasiones, Ley que valga para los padres de las víctimas.