Submitted by jorge on Wed, 10/02/2021 - 06:45
En nuestro post de ayer hablamos de una Estafa a gran escala con muchos damnificados de por medio.
Hoy, de nuevo, sale a relucir un delito de Estafa, aunque ésta de tipo personal, siendo el damnificado una sola persona y para más inri, desaparecida.
Y el estafador va a ser juzgado mañana jueves por la Sección 6ª de la Audiencia de A Coruña, por un delito de Estafa y de otro de Falsedad en Documento Público, por lo que solicita una pena de 3 años de prisión y una multa de más de 30.000 euros.
Resulta que el pájaro en cuestión tenía un compañero y entre ambos conducían un taxi, trabajo que les unió de tal manera que ambos conocían detalles personales del otro.
Repentinamente, a mediados de 2009, el compañero desapareció, por lo que el primero muy ufano y conociendo el número de cuenta bancaria y con una fotocopia del DNI del desaparecido, comenzó a realizarse transferencias de dinero desde agosto de 2009 hasta abril de 2013, un par de meses antes de que un Juzgado de Ribeira, en julio de 2013, declarara ausente al desaparecido.
Durante esos años se autotransfirio en 35 transferencias bancarias, un total de 35.736 euros de la cuenta de su “amigo” desaparecido, por lo que la Fiscalía solicita ese tiempo de cárcel y la multa correspondiente en base a “que tenía acceso a la banca electrónica haciéndose pasar por él y dar su propio número de contacto y dirección para poder operar en tales cuentas y, de igual modo, que indemnice al representante de su compañero -el declarado ausente- en la cantidad total sustraída, a la que hay que sumar los intereses legales”.
Si bien no se trata de un delito muy grave, llama la atención como algunas personas tratan la amistad -no esperó mucho desde que no supo nada más de su amigo- y despilfarran el dinero ajeno con total impunidad.