Submitted by jorge on Wed, 14/07/2010 - 08:13
El Filetes se ha mostrado como un controlador y cobrador meticuloso y no permite que nadie les birle el negocio y la pasta; lo lleva a cabo como si la vida se le fuera en ello. Está haciendo su capital para el mañana de calle, pero con cuidado de mantenerse siempre a rebufo de la colombiana y su socia.
También sisa un extra por los movimientos de capitales que a través del Ciriaco salen de prisión con destino a ultramar, pero esto solo lo saben él y el Ciriaco. Ante la avalancha de dineros continuos que se escapan del recinto de la mano del Ciriaco, el Filetes le ha reducido su comisión en beneficio propio. El jefe de servicios protestó lo justo por la disminución de sus porcentajes -comisión que por otra parte aumenta día a dia ante el crecimiento del negocio-, sin embargo, reculó ante la amenaza del Filetes con cambiar de banquero filisteo si volvía a escuchar una queja; discusión finalizada. No obstante, el Filetes ha de andar con mucho tiento, ya que si las amazonas del cotarro perciben que éste se lucra, además de lo ya pactado, con sus dineros de allende los mares, las prepresalias pueden llegar a ser muy contundentes; también perdería este filón que se está demostrando inagotable.
Sin embargo, y aunque todo el bisiness funciona sobre ruedas, de cuando en cuando surgen imponderables que se escapan a toda organización. Es el caso del Sebas, que después de recibir cinco posturas de jaco, solo ha pagado las dos primeras y se está haciendo el remolón con las tres restantes. Reside en el módulo 7, el contiguo al del Filetes, por lo que éste no tiene acceso directo a él. Y aunque el responsable directo de la entrega y del cobro de la merca es el economatero de dicho módulo, el Sebas va de machaca del kie del 7, el Ambrosio, una mala bestia, único en su género y respetado por todo el penal.